Los trabajadores consideran como principal incentivo el seguro médico facilitado por su empresa, incluso por encima de las subidas de sueldo. Sin embargo, supone un importante gasto que el responsable de recursos humanos debe saber gestionar con habilidad y eficiencia. ¿Cómo contratar un seguro médico para empleados sin excederse en los costes?
La nueva cultura empresarial apuesta por el bienestar de los empleados como mejor forma de retener el talento. Está claro que la productividad de una empresa se reduce con trabajadores descontentos y aumenta con el bienestar de los equipos. Los responsables de recursos humanos saben que deben motivar a sus empleados y que para ellos el incentivo más valorado es contar con un seguro médico privado.
En 2018, el 86 % de las empresas tenía contratado un seguro de salud, un aumento importante frente al 69 % de 2015. La consultora Willis Tower Watson resalta también que, a la vez que más y más compañías ofrecen planes médicos a sus empleados, desarrollan una cultura de vida saludable, autocuidado y prevención muy beneficiosa para las empresas y, como consecuencia, para la sociedad entera.
El tercer Barómetro de seguros de salud 2018, realizado por Adeslas, revela que el seguro de salud es el beneficio social más valorado y demandado por los empleados, incluso por delante de la formación, los planes de pensiones, los tiques de comida, los servicios de guardería, el aparcamiento o las ayudas para el transporte.
Las empresas que todavía no ofrecen este seguro médico para empleados se están preparando para hacerlo y constituye ya una prioridad en sus planes. Pero si bien el seguro médico para empleados genera un valor añadido para la empresa, constituye un gasto que hay que gestionar y optimizar de la mejor forma posible.
Pensar en los trabajadores, pero también en la empresa
Destinar parte del presupuesto al seguro médico es un gasto menor que emplear ese dinero en un incremento del salario, y los empleados lo valoran más.
Las ventajas para la empresa no son claramente cuantificables, pero está demostrado que contratar pólizas colectivas de salud eleva la capacidad de la empresa para atraer y retener el talento, reduce el absentismo laboral, incrementa la productividad, mejora el ambiente laboral y la relación de la empresa con los trabajadores, eleva la motivación y el compromiso de los empleados, mejora la imagen corporativa, supone una herramienta de negociación salarial y, además, tiene beneficios fiscales.
Consultar con todas las compañías
Las empresas que contratan un seguro médico para empleados obtienen unas pólizas colectivas con condiciones mucho mejores que las que ofrecen las aseguradoras a los particulares; si ya todas ofertan descuentos por incluir a más de un miembro de la familia en la póliza, en el caso de seguros colectivos las ventajas son considerablemente mayores.
Y no hay que pensar que solo las grandes empresas van a lograr buenas condiciones de contratación: también existen ofertas para pymes de solo dos empleados. El comparador de la página todosegurosmedicos.com arroja precios tanto para empresas de menos de cinco empleados como para corporaciones de más de 500 trabajadores.
Es importante consultar con todas las compañías y no con una sola, porque sus precios varían considerablemente. Pero además de tener en cuenta el coste, conviene estudiar las coberturas, controlar que no existan periodos de carencia para los nuevos asegurados o incluso que la compañía aseguradora cubra sus enfermedades preexistentes. Nuevamente, lo mejor es recurrir a un comparador que arroje todos los resultados, tanto de precios como de coberturas, y no peregrinar por cada compañía.
Formas de contratación
Las empresas deben valorar si les interesa más una fórmula de colectivo abierto o cerrado. En el primer caso, el trabajador se adhiere voluntariamente al seguro que ha conseguido su empresa en condiciones ventajosas para los empleados y sus familias, pero es él quien se encarga de pagar las mensualidades correspondientes.
En las pólizas cerradas, la empresa paga los costes en un único recibo e incluye a los trabajadores en este beneficio. Puede hacerlo de dos formas: asumiendo íntegramente el 100 % de su coste o mediante un porcentaje inferior.
También es posible que la empresa no pague el coste de la póliza del trabajador, pero que lo deduzca de su salario bruto; como retribución flexible, de este modo, el trabajador se beneficia de las ventajas de tener un seguro médico privado en condiciones ventajosas y, además, de asumir el coste del seguro con su salario bruto y no con su salario neto.
Además de todas las variables posibles en las formas de contratación y en la asunción de los costes, es posible acordar distintas modalidades de seguros con la compañía aseguradora: desde los que ofrecen una asistencia sanitaria completa en centros concertados hasta los que dan libertad para acudir a médicos y hospitales en cualquier lugar del mundo. En este caso, la aseguradora reembolsará los gastos a posteriori.
Sea cual sea la opción elegida, el responsable de la contratación debe saber que no tiene por qué aceptar una sola modalidad para todos los empleados, sino que puede diferenciar los productos en función de cada trabajador y sus necesidades.
Ventajas fiscales para trabajadores y empresas
Resulta beneficioso para los empleados que su empresa contrate un seguro médico colectivo en lugar de hacerlo ellos, porque hasta los 500 € por persona asegurada no se consideran rendimientos del trabajo y, por tanto, no hay retención. Ni siquiera hay que declararlo en el IRPF. Según el artículo 46 del Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, estarán exentos los rendimientos del trabajo en especie, correspondientes a las primas o cuotas satisfechas por las empresas a entidades aseguradoras para la cobertura de enfermedad, cuando se cumplan los siguientes requisitos y límites: primero, que la cobertura de enfermedad alcance al propio trabajador, pudiendo además alcanzar a su cónyuge y descendientes; y segundo, que las primas o cuotas satisfechas no excedan de 500 € anuales o de los 1500 € para cada persona con discapacidad. El exceso sobre dichas cuantías sí constituirá retribución en especie.
Las empresas que ofrecen un seguro médico a sus empleados obtienen también ventajas fiscales importantes. La primera: pueden deducirse el 100 % del gasto abonado en concepto de seguro médico para los empleados. Este pago no se considera un rendimiento del trabajador. Tampoco se imputa al empleado como pago en especie, salvo que la prima del empleado pagada al seguro exceda los 500 € al año, en cuyo caso sí tendrá esa consideración el importe que supere dicha cantidad.
Si todo esto resulta lioso, conviene recurrir a un corredor de seguros experto en seguros médicos para empresas que sepa negociar con las compañías de seguros, asesorar al responsable de recursos humanos, informar de las ventajas fiscales y buscar las pólizas que mejor se adapten a las necesidades de cada colectivo.
Fuente Comunicae