Lidl conmemora la “Semana contra el Desperdicio Alimentario” anunciando su compromiso de reducir el desperdicio de alimentos en un 30% hasta 2025 y en un 50% hasta 2030, tomando 2020 como año base para hacer este cálculo.
En concreto, la cadena de supermercados implementa distintas medidas preventivas y reactivas, marcándose objetivos propios que va en línea con la disposición marcada por la Unión Europea para reducir los residuos alimentarios y cumplir asimismo los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Naciones Unidas.
Así, el ODS 12.3 pretende «de aquí a 2030, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a las cosechas».
Para lograr estos objetivos la compañía ya tiene implementada varias medidas. Entre las de carácter preventivo, destaca su propio modelo de negocio que le permite realizar una eficiente planificación y gestión de su surtido con pedidos optimizados y ajustados.
En este sentido, la cadena cuenta con un sistema automatizado ‘autodispo’ para realizar los pedidos que abastecen sus tiendas y permiten optimizar las cantidades de mercancía presentes en sus lineales en función de su rotación. Con ello, se garantiza que los supermercados tienen siempre los artículos que se venderán, minimizando al máximo el stock de producto sobrante tanto en la sala de ventas como en los almacenes.
DONACIÓN DE PRODUCTOS
Además, lleva a cabo un control diario de fechas, aplicando entre un 30% y 50% de descuento en artículos cuya fecha de retirada de sus lineales sea próxima, potenciando así su venta. Lidl cuenta también con recursos post-venta, buscando una salida para aquellos productos que generalmente se encuentran próximos a su fecha de caducidad y carecen de valor comercial no siendo, en consecuencia, aptos para su venta, pero sí para su consumo.
Al respecto, de forma permanente y continuada a lo largo del año, Lidl dona productos en el 75% de sus tiendas cooperando con unas 40 ONGs locales, con el firme compromiso de seguir aumentado sus colaboraciones hasta cubrir el 100% de sus centros de venta hasta finales de 2021.
Asimismo, busca una segunda vida para el excedente de determinados productos como su carne, que se destina a harinas para petfood, biogás o valorización energética, evitando así más desperdicio.
Por otro lado, Lidl es la única empresa que trabaja con Residuo Cero en todas sus plataformas logísticas de la península, lo que acredita la gestión, clasificación, valorización y recuperación de forma centralizada tanto de los desperdicios generados en los propios almacenes como los que retornan de las tiendas, un hito más que garantiza un mayor control de todos los desechos, incluyendo los alimentos.
Lidl es el primer supermercado en lograr la certificación de Bureau Veritas por su sistema de gestión para minimizar el desperdicio de alimentos (SG-MDA) en todas sus tiendas y centros logísticos de España.