El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha planteado este miércoles a las organizaciones representativas del trabajo autónomo suprimir desde octubre la prestación extraordinaria por cese de actividad para los autónomos que hayan sufrido una reducción significativa de la facturación, según han informado las asociaciones.
«Dejaría sin prestación al 80% de los 226.000 que hoy la cobran», ha criticado el presidente de ATA, Lorenzo Amor, a través de un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
Para el presidente de UPTA, Eduardo Abad, es necesario que esta modalidad de cese de actividad se amplíe en los mismos términos que hasta ahora, ya que existen sectores de actividad como las agencias de viajes, los guías turísticos, las actividades culturales, musicales o los profesionales de los espectáculos de feria entre otros, que aún sufren el impacto económico derivado de la pandemia.
Desde UPTA se solicita una ampliación de este paraguas social hasta el 31 de enero de 2022. «No podemos obviar que la protección dispensada a través de las prestaciones por cese de actividad ha constituido para el trabajo autónomo el mayor sistema protector frente a la crisis económica derivada de la Covid-19», ha remarcado.
Esta mañana, se ha mantenido una reunión entre el director general de la Seguridad Social del Ministerio de Inclusión, y las organizaciones (ATA, UPTA y Uatae) con la finalidad de tratar la extensión de la protección social dispensada a este colectivo, cuyas actividades económicas y/o profesionales se han visto afectadas por el impacto económico derivado de la crisis sanitaria provocada por la Covid-19.
En dicha reunión, la ampliación de la protección de parte de las situaciones que ya venían preservándose con anterioridad y vigentes hasta el 30 de septiembre han quedado «resueltas», según ha apuntado UPTA en un comunicado, en el que señala que solo queda por «pulir» la modalidad de prestación extraordinaria por cese de actividad.
De su lado, ATA ha valorado positivamente la propuesta de ayudas para los autónomos de La Palma, que están viviendo duros momentos por la erupción del volcán.