El banco francés Crédit Agricole ha incrementado su inversión en los seis bancos españoles que cotizan en el Íbex 35 a lo largo de los dos últimos años y se hace fuerte en un sector cuyos títulos están en horas bajas, con la excepción de Bankinter.
El caso de la entidad presidida por María Dolores Dancausa es el más significativo. Crédit Agricole ha pasado de poseer algo más de 700.000 acciones en 2016 Q3 a 2,5 millones en el tercer trimestre de este año, es decir, un crecimiento del 244 %. Bankinter salva el honor de las entidades españolas en el principal selectivo español con una subida del 8,12 % en lo que va de año (a cierre del 20 de julio).
En tasa de crecimiento por acciones adquiridas, siguen a Bankinter en esta estrategia de compra del banco francés Banc Sabadell (+ 206,8 %), Banco Santander (+ 179 %) y Bankia (+ 141,8 %). Lejos quedan CaixaBank (+ 74 %), quinto mayor accionista de Crédit Agricole, y BBVA (+ 60,6 %), del que el galo ya es su quinto máximo accionista (0,99 % de su capital) tras BlackRock (6,54 %), Vanguard Group (4 %), Norges Bank (1,5 %) y Deutsche Bank (1,02 %).
Al igual que España, Francia también vive un proceso de reorganización del mapa bancario. Crédit Agricole no es ajeno a estos movimientos y continúa en proceso de fusión con las principales entidades financieras del país. “Posiblemente se reduzcan más”, apunta Miguel Ángel Ruiz, analista colaborador de ActivTrades.
CRÉDIT AGRICOLE, DE COMPRAS EN ESPAÑA
“La red francesa de bancos corporativos goza de buena salud financiera y por lo tanto es una buena oportunidad de negocio para aumentar su exposición en el mercado español”, comenta Miguel Ángel Ruiz. Con esta maniobra Crédit Agricole “podría optar a ser una de las principales entidades de crédito que queden en el futuro cercano en el respectivo territorio nacional”. De hecho, cabe destacar las alianzas con Bankia para competir en créditos al consumo, de accionariado con Bankinter y otros proyectos de inversión con CaixBank, BBVA, Banc Sabadell y Santander.
En el ámbito europeo, hay también otros bancos atentos el sector financiero español. Miguel Ángel Ruiz recuerda los intereses mostrados por ING, Deutsche Bank, Natixis o aseguradoras como Axa y Allianz. “Este tipo de entidades buscan financiar sobre todo proyectos superiores a los 50 millones de euros”, expone. Cuentan con una ventaja competitiva con respecto a los españoles porque “necesitan asociarse con más bancos puesto que suelen tener limitaciones internas en cuanto a volumen de préstamo que pueden llegar a hacer por sí solos”, explica el colaborador de ActivTrades.
Por otro lado, Sergio Ávila, Market Analyst de IG, indica que “UBS ha rebajado la recomendación en Sabadell, Bankia, BBVA, Santander y Bankinter”. “Incluso Credit Suisse también rebajó la recomendación de Bankia (a 3,10 desde 3,60), Banco Sabadell (a 1,60 desde 1,70) y CaixaBank (a 4,30 desde 4,6) esta semana”, apuntilla.
Para el analista de IG el movimiento de Crédit Agricole se explica con la espera de que «el precio de las entidades españolas converja hacia su valor real estimado a largo plazo». “Si tenemos en cuenta que Bankia cotiza a 3,046 euros, Sabadell en 1,369 euros y Caixa Bank en 3,679 euros, todos ellos están cotizando por debajo de su valor por fundamentales calculado por el banco”, declara.
Miguel Ángel Ruiz apunta otra razón: la inversión inmobiliaria no residencial. “Crédit Agricole vuelve a abrir el grifo de la financiación, pero sin asumir riesgos de la anterior etapa de crisis al orientarse principalmente a inversores institucionales de solvencia demostrada y en operaciones con respaldo de carácter hipotecario”, aclara. De esta manera, añade, “deja de lado otra clase de negocios en el periodo actual en mínimos por los bajos tipos de interés actuales”.
Por tanto, según el analista colaborador de ActivTrades, la entidad francesa se centra en un “sector muy atractivo” por tres factores fundamentales: producto, riesgo y rentabilidad. Además, Crédit Agricoles encuentra en España inversores (en general) extranjeros que están en proceso de compra de activos de gran volumen y que buscan un solo prestamista. Estas operaciones son más difíciles de realizar con los bancos españoles, ya que debe pasar una gran cantidad de controles debido al peso aún presente en sus balances de la exposición al ladrillo.