Madrid se encuentra más dividida que nunca -y no solo entre aquellos ciudadanos que tienen matrícula par y los que cuentan con una impar- es decir los que pueden entrar con su vehículo al centro de la ciudad y los que no; sino que la verdadera escisión entre los vecinos de la capital se encuentra entre los que están a favor o en contra de esta última medida que ha sacado adelante el equipo del ayuntamiento de Manuela Carmena.
«No es una cuestión de ser ecologista o no serlo, se trata de una cuestión de salud pública», así de contundente se muestra Xavier Querol, experto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en contaminación ambiental.
En la Unión Europea las muertes causadas por la contaminación del aire en toda Europa se contabilizan en más de 500.000 personas. Del total, 450.000 fallecidos sufrieron complicaciones causadas por las partículas en suspensión del aire, mientras que el dióxido de nitrógeno se cobró 78.000 vidas.
Y es que, a pesar de todo, y aunque los niveles de dióxido de carbono se hayan disparado en el aire y la cantidad de muertes asociadas al fenómeno todavía son muchas las voces críticas que no acaban de ver clara esta medida en la capital.
«Nos quejábamos del cinturón de seguridad o de que prohibiesen fumar en lugares públicos y sitios cerrados, pero ya nos hemos acostumbrado», admite Xavier Querol, experto del CSIC es contaminación ambiental.
En España nos hemos quejado de todo, del cinturón de seguridad, de que se prohibiese fumar; pero al final la gente lo acepta
Sin embargo, y a pesar de que son medidas impopulares, son decisiones que deben tomar desde la administración pública. En España ya se ha avanzado mucho en este sentido, aunque todavía nadie se había atrevido a lanzar una restricción a los turismos como en el caso de Madrid.
«Hemos mejorado mucho nuestra calidad del aire en España. En 2005 existían 49 zonas que incumplían el valor límite de partículas en suspensión, mientras que en la actualidad son solo cinco o seis zonas. Se ha hecho mucho en el sector industrial y energéticos, pero nadie se ha atrevido hasta ahora de meter mano en el transporte privado, es muy impopular«, continúa Querol en este sentido.
Por otro lado, son cinco las ciudades, además de Madrid, que no son capaces de mantener los valores de dióxido de nitrógeno por debajo del límite permitido –40 micro gramos por metro cúbico de media– y exigido por las directrices europeas.
Sin embargo, es la capital de España la única que supera los límites horarios marcados. Este medidor diferenciado del anterior se encarga de controlar que los valores marcados por las estaciones metereológicas no se lance por encima de los 200 microgramos por metro cúbico de este componente químico.
La mitad de las estaciones medidoras superaban los límites más altos para dióxido de nitrogeno el 27 de diciembre
En el caso de Madrid, el pasado 27 de diciembre se supero en 11 de los 22 medidores repartidos por la ciudad este valor – en algunos casos durante más de 4 horas seguidas-. Teniendo en cuenta que el límite marcado es el de 18 horas anuales, es lógico que se lancen medidas episódicas.
«Este tipo de medidas para los peores episodios son necesarias. Se tiene que luchar contra la contaminación y se utilizan cuando los protocolos estructurales de actuación no han funcionado. Ahora, se está viendo en todas las ciudades españolas que las estrategias que se habían seguido no eran suficientes por lo que se están desarrollando una nueva batería de las mismas«, espeta el propio Querol sobre este asunto.
El mix energético
El experto del centro de investigaciones nacional admite que los coches diesel son los principales culpables de las sustancias contaminantes que se envían al ambiente. De hecho, contaminan «seis veces más que los vehículos propulsados por gasolina».
«Los fabricantes de diesel han hecho un gran esfuerzo en paliar los peligros de las partículas en suspensión -las más peligrosas-. Un coche de 1992 contaminaba lo mismo que 32 de hoy en día -admite el experto-. Sin embargo, para controlar el dióxido de nitrógeno no se han dado tanta prisa«.
Sin embargo, Queroll no considera que este tipo de turismos debieran desaparecer del panorama. De hecho, apuesta por un mix entre los vehículos eléctricos, los de gasolina y los diesel, pero siempre que se investigue y se invierta en reducir las emisiones. Por ahora, Madrid se recupera de unas jornadas en las que se lanzaban las emisiones.