La esperanza de vida está en parte condicionada por la herencia genética, pero los hábitos que adquirimos y nuestro estilo de vida también tienen mucho que ver. Además de ayudarnos a evitar el desarrollo de enfermedades a las que podemos tener propensión, también podemos conseguir envejecer con una mejor calidad de vida. Nuestros comportamientos diarios, y nuestras elecciones cotidianas pueden marcar la diferencia a largo plazo. Además de los conocidos consejos como no fumar, hacer ejercicio, controlar el estrés o comer mejor, hay otros hábitos que pueden contribuir a prolongar nuestra esperanza de vida hasta diez años.
1VIVIR DE FORMA POSITIVA PARA ALARGAR TU VIDA
Decirlo es fácil, es cierto. Como también es cierto que la vida puede ser complicada y llena de problemas. Sin embargo, mantener una buena actitud nos puede ayudar a superar mejor los obstáculos del camino, ya sean familiares, laborales, de salud, etc. No siempre querer es poder, pero la actitud que tomamos ante las cosas es fundamental. Vivir de forma positiva es apostar por una buena salud mental, y esta está directamente relacionada con la salud del cuerpo y con la esperanza de vida. Algunas cosas sí están en nuestra mano cambiarlas, como alejarnos de personas tóxicas, o elegir entornos que favorezcan el optimismo y la motivación.