La factura de la luz se puede disminuir al cambiar las bombillas convencionales de 60W por LEDs de 7W, que consumen un 90% menos. Se debe tener en cuenta que los electrodomésticos suponen un 45% del consumo de electricidad del hogar y, de este porcentaje un 18% pertenece al consumo del frigorífico
El ahorro energético es una necesidad cada vez más grande en la mayoría de hogares españoles dadas las constantes subidas en el precio de la luz. Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los usuarios es la eficiencia de las propias viviendas, el aislamiento o la calidad de los materiales en la construcción de las mismas.
Por ello, Gana Energía, empresa comercializadora independiente que comercializa energía 100% renovable, ofrece algunos consejos de ahorro para conseguir convertir cada vivienda en un hogar más eficiente:
Aislamiento: Las ventanas son unas de las mayores fuentes de pérdida de calor de la vivienda, por lo que es importante revisar que la carpintería de las mismas esté en un estado óptimo. Si no es así, se recomienda cambiar a ventanas con doble acristalamiento con cámara intermedia. Si esto no es posible, la solución más económica es adquirir burletes para instalar entre las partes móviles de las puertas y las ventanas que dan al exterior, así como las puertas entre espacios calefactados y no calefactados, sellándolas así herméticamente.
Iluminación: Una vivienda de 80m2 puede ahorrar hasta 162 euros al año, simplemente cambiando las bombillas convencionales de 60W por LEDs de 7W, que consumen un 90% menos. Además, hay que tener en cuenta que aunque la inversión inicial sea superior, la vida útil media de las bombillas de LEDs es de 34 años frente a 1,3 años de las halógenas.
Electrodomésticos: Renovar los viejos electrodomésticos por unos más eficientes supone un ahorro a largo plazo, ya que la sustitución de un electrodoméstico de consumo normal o alto a uno de bajo consumo (A+++) conlleva una diferencia de un 50%, desde 13,94 euros al año en el caso de un televisor, hasta 55,76 euros en el caso de un frigorífico.
Frigorífico: Si los electrodomésticos suponen un 45% del consumo de electricidad del hogar, de este porcentaje un 18% pertenece al consumo del frigorífico, por lo que hay que evitar abrir la puerta muchas veces, así como introducir comida caliente, ya que esto hará que la temperatura interior aumente y el frigorífico necesite más potencia para volver a la temperatura adecuada.
También es conveniente descongelar regularmente para evitar placas de hielo. Con tan solo 3 milímetros de escarcha podría aumentar el consumo hasta en un 30%.
Calefacción y aire acondicionado: Si la calefacción es eléctrica y/o por conductos, conviene no sobrepasar los 21ºC durante el día y los 16ºC por la noche. Este gesto hará que ahorremos un 8% de electricidad o lo que es lo mismo, alrededor de 60 euros al año. Por cada grado de más, el consumo y sus costes se incrementarían exponencialmente.
Respecto al aire acondicionado, la temperatura ideal no debería estar por debajo de los 25ºC.
Hábitos diarios y aparatos en standby: Si se puede elegir, hay que recordar que las encimeras de inducción son un 20% más eficientes que las vitrocerámicas.
Si se cocina algo al horno, cada vez que se abre baja la temperatura 25ºC, por lo que se debe evitar abrirlo y cerrarlo en la medida de lo posible. Se debe recordar que los aparatos en standby suponen el 10% del consumo total.
Elegir la mejor tarifa: Tan importante es el ahorro en el uso de los aparatos eléctricos y el aislamiento, como tener la tarifa eléctrica que más se ajuste a las necesidades de cada uno, algo en lo que no se suele reparar. “Una vez elegida la mejor comercializadora eléctrica es importante que esta asesore al cliente sobre la potencia contratada. Es habitual que se tenga más de la necesaria y por cada tramo que se baje el ahorro puede suponer entre 50 y 60 euros al año” señala Antonio Picazo, socio director de Gana Energía.
Fuente Comunicae