viernes, 22 noviembre 2024

Directores de centros educativos, una profesión con futuro

La docencia es uno de los ámbitos más relevantes de la sociedad actual, habiendo ido cobrando importancia conforme ha pasado el tiempo y siendo cada vez más valorada a pesar de que hace unos anos la concepción de la misma carecía de bastante reconocimiento. Afortunadamente, la profesionalización ha afectado e manera profunda al ámbito educativo y ahora los profesionales que se pueden encontrar en él no solo abarcan los más variados ámbitos, sino que poseen una formación que acredita de manera sobrada su capacitación.

Aunque la cara más visible de la mayoría de los centros educativos son los profesores y el resto de personas que forman el equipo docente, la realidad es que detrás de cada uno de estos lugares se encuentran otras muchas personas igual de indispensables para que todo funciones de la manera adecuada. Entre ellas, como no podía ser de otra manera, aquella encargada de dirigir el mismo y de asegurarse de que todo funciona de la manera correcta en todos los aspectos.

Ser director o directora de un centro educativo no es una tarea sencilla por la gran cantidad de habilidades que han de ponerse en juego a diario, pero también es cierto que es una profesión muy demandada en la actualidad y que cuenta con un muy buen nivel de aceptación de cara a las salidas laborales que se pueden encontrar. Es esta una de las razones por las que formarse para dirigir un centro educativo es una de las elecciones preferidas por quienes quieren continuar sus estudios y dedicarse al ámbito educativo en un mayor grado que el del cuerpo de docentes de un centro.

REQUISITOS PARA DIRIGIR UN CENTRO EDUCATIVO

Ser director de centros no es un puesto al que se pueda optar sin contar con los estudios necesarios para ello pues, como se ha mencionado, la preparación es clave para desempeñar este tipo de trabajos. Por ello, es natural que muchos se pregunten qué es lo que hay que estudiar para ser director de centros educativos y cómo se puede lograr un puesto en la dirección de centros educativos. La realidad es que los requisitos, pese a lo que se pudiera pensar, no son muchos ni el proceso es tan estricto como se tiene a imaginar, haciendo que casi todo aquel que quiera formarse para ello pueda hacerlo sin demasiados problemas.

Los requisitos con los que hay que contar de manera obligatoria para acceder a un puesto de dirección en un centro de carácter público pasan por contar con una antigüedad de al menos cinco años en el funcionariado de carrera como docente, haber impartido docencia directa como funcionario durante al menos cinco años, estar en posesión de la certificación acreditativa de haber superado un curso de formación sobre el desarrollo de la función directiva, impartido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte o por las Administraciones educativas de las Comunidades Autónomas y presentar el proyecto de dirección competente.

Hacer un máster de formación será, por consiguiente, algo indispensable en la amplia mayoría de los casos que quieran optar a este tipo de puestos. Por descontado, si no se quiere trabajar en el ámbito público también hay muchas oportunidades para hacerlo en el privado, donde los requisitos no son generalmente tan estrictos y se puede acceder obviando parcial o totalmente las pautas anteriormente expuestas.

POR QUÉ SER DIRECTOR DE CENTROS EDUCATIVOS

Pasar de la docencia a la dirección de un centro es un reto al que muchos no quieren enfrentarse pero al que para otros, por el contrario, puede suponer un paso realmente estimulante. Además, supone un evidente gran paso en lo que al crecimiento laboral se refiere, siendo cada vez más, como se ha mencionado, las personas que deciden realizar la formación necesaria tras unos años como docentes para poder aspirar a un cargo de mayor responsabilidad y regentar de esta manera un centro educativo.

A pesar de ello, conseguir una plaza como director o directora no es un camino sencillo debido a la exclusividad que existe y a que únicamente podrán optar a ella quienes estén más preparados. En definitiva, se puede decir que ser director de un centro escolar es un premio a la constancia y los años de trabajo en el ámbito público, una recompensa a la que no todos llegan pero que merece la pena intentar conseguir.


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