miércoles, 27 noviembre 2024

Jóvenes y alquiler, una ecuación de la que quedan incógnitas

El acceso de los jóvenes a una vivienda, bien sea en alquiler personal o propiedad, se hace cada vez más cuesta arriba. La pandemia ha agravado estos problemas, pero ya viene desde lejos que esta opción es cada vez más lejana en el horizonte. Según los últimos datos publicados por el Consejo de la Juventud de España, la tasa de emancipación juvenil, a cierre de 2020, se situó en el 15,8% tres puntos por debajo de la registrada en 2019.

Se trata de la cifra más baja de los últimos 21 años y, de hecho, España es uno de los países donde los jóvenes tardan más tiempo en independizarse. Dos razones que pueden explicar el motivo por el que los adolescentes tardan en salir del hogar familiar son la precariedad laboral y el elevado esfuerzo que requiere desembolsar una entrada para una hipoteca.

El organismo afirma que «a finales de 2020 apenas el 36,4% de las personas jóvenes estaba trabajando, en una coyuntura de fuerte incidencia de la temporalidad contractual que lastraba la estabilidad económica necesaria para hacer frente a los pagos derivados de la vivienda». Así, el elevado paro juvenil sumado a la temporalidad de los contratos y a las jornadas parciales están detrás de la situación actual. 

En el caso del alquiler, la situación es todavía más complicada, ya que ni los menores de 30 ni los jóvenes de entre 30 y 35 años pueden asumir en solitario el pago de la renta en ninguna comunidad. En concreto, señala el Consejo de la Juventud, «el coste teórico del alquiler para una persona joven en solitario suponía tener que destinar el 91,6 % de su sueldo”.

Los jóvenes optan por compartir piso ante el elevado coste de la vivienda

En este escenario, explica el organismo, «la fórmula menos costosa para efectuar la salida del hogar familiar era la de compartir el alquiler de la vivienda con otras personas. El coste de acceso de alquiler de un piso compartido para una persona joven asalariada supondría destinar el 27,8 % de sus ingresos». 

REGIONES

En cuanto a las comunidades, la región peor parada es Cataluña, donde el alquiler supone más del 110% del salario del colectivo de hasta 29 años; seguida de Baleares, con un porcentaje similar. En estas dos comunidades, un joven no podía alquilar en solitario aun destinando todos sus medios.

En el caso de Canarias, Madrid y País Vasco, este esfuerzo de los jóvenes sería parecido, aunque a final de mes les quedara algo de ahorros para la compra. Estas comunidades tienen porcentajes superiores al 90%. Tan solo en Murcia, Extremadura y Castilla-La Mancha los menores de 30 años pueden destinar menos del 60% de su sueldo al pago mensual del alquiler de la vivienda.

VIVIENDA EN PROPIEDAD

La situación para comprar un inmueble no es más positiva. En líneas generales, los jóvenes de hasta 29 años deben destinar más del 30% de su sueldo al pago de la vivienda en propiedad toda España, por encima de lo que recomiendan los expertos. El mayor esfuerzo se produce en Baleares, donde la hipoteca supone más del 90% de su salario, y más del 65% de sus rentas en Madrid, País Vasco, Canarias y Cataluña para poder adquirir en propiedad un inmueble del mercado libre. 

El porcentaje de esfuerzo financiero cae notablemente, al entorno del 35%, en las tres regiones más baratas y oscila entre el 40% y el 50% en otras como Castilla y León, La Rioja, Asturias o Aragón.

No obstante, en estas cuatro comunidades la compra de vivienda sí es asumible para los jóvenes de entre 30 y 34 años, donde el coste está por debajo de dicha barrera, junto con La Rioja y Asturias, donde la vivienda supone algo más del 30% del sueldo. 


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