La batalla de David contra Goliat. Esa es la lucha que tiene Primark frente al resto de ‘retailers’ que se apoyan en el comercio online para recuperar sus beneficios. La compañía irlandesa se cierra en banda a dar el salto a internet y ni las duras consecuencias económicas provocadas por la pandemia le han hecho cambiar de opinión.
El año 2020 fue el más complicado de la historia reciente para todos los comercios a nivel mundial. Durante meses las tiendas permanecieron cerradas reduciendo a cero los ingresos que obtuvieron por estas vías. La mayoría de empresas consiguieron soportar el envite de esta clausura gracias a las ventas a través de sus páginas web, que experimentaron un repunte como nunca antes.
Todas menos Primark. La cadena irlandesa siempre se ha negado a dar el salto al ‘ecommerce’. Ni siquiera la pandemia ha hecho que los dirigentes de la compañía se planteen acelerar la puesta en marcha de su tienda digital para recuperar todas las pérdidas de estos meses.
De hecho, el director ejecutivo de Associated British Foods, propietaria de Primark, George Weston, afirmaba en una entrevista que «nuestras decisiones en línea se tomarán en su propio contexto, no debido a una pandemia que se produce una vez cada cien años». Esta posición se reafirma desde la filial española.
Durante 2020, los ingresos de Primark cayeron un 60% por el cierre de las tiendas
El director financiero de la matriz, John Bason, aseguró en una entrevista a Bloomberg que «la razón por la que no tenemos entregas a domicilio es porque no ganaríamos dinero con eso y nadie más lo hace tampoco». Además, añade que el hecho de perder ventas durante el cierre no significa que «te empuje a tomar decisiones antieconómicas sobre el cambio de un modelo de negocio ganador». Algo que no parecen compartir sus competidores directos como Inditex o H&M.
CAÍDA EN PICADO DE LOS INGRESOS
La estrategia mundial de la compañía pasa por reforzar sus 370 tiendas repartidas en 12 países. «En un mundo cambiante no puedes decir nunca, pero ahora estamos centrados en desarrollar nuestras tiendas físicas», cuenta el responsable de Primark para España, Carlos Inácio en una entrevista hace unos meses en Business Insider. De hecho, la cadena de ropa ‘low cost’ ya concentra en nuestro país un tercio de todas sus aperturas a nivel mundial.
Sin embargo, parece que esta estrategia de reforzar las tiendas físicas, por el momento, no le está sirviendo. Si miramos Primark España, sus beneficios se redujeron un 24%. El resultado del ejercicio ascendió a 48,1 millones de euros, un 60% menos que en 2019.
A nivel mundial sus ingresos siguieron los mismos patrones. En el último año, sus beneficios cayeron casi un 25%, hasta 5.895 millones de libras, mientras que el resultado se hundió un 60%, hasta 362 millones de libras. Desde la rama española afirman que los dos próximos años supondrán grandes retos para el sector. Además, Inácio insiste en que la clave estará «en si te adaptas o no».
Siguiendo las palabras del responsable español del grupo y, sobre todo, teniendo en cuenta el cambio de modelo de consumo que se ha realizado en los últimos años, Primark debería dar el salto y crear su tienda online. Su negativa a digitalizarse hace que muchos consumidores se desconcierten y no encuentren lógica a su posición. Mientras, al menos hasta que la confianza por acudir a una gran superficie se recupere, sus beneficios seguirán mermados.
También es cierto que puede tratarse de una estrategia de consolidación de marca a largo plazo donde primero prefiera tener la total confianza por parte de los clientes para reforzar dichos vínculos. Será muy importante para Primark valorar las experiencias de su competencia para afrontar su gran reto digital que, tarde o temprano, tendrá que llegar.