El ataque del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a las políticas comerciales de China recibirá el apoyo de varios líderes europeos el miércoles, cuando algunas de las mayores regiones comerciales del mundo se reúnan en Ginebra para analizar las consecuencias del ingreso de Pekín a la Organización Mundial del Comercio (OMC) hace 17 años.
Los representantes chinos dirán que las cosas marchan bien y que el país está tomando medidas para abrir su vasta economía. Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y otras naciones estarán en desacuerdo y se prevé que criticarán que China no se haya adherido a los principios basados en el mercado y reformado sus regímenes de propiedad intelectual y subsidios.
El encuentro, que comienza el miércoles y termina el 13 de julio, se realiza en el contexto de una escalada mundial de las tensiones comerciales, en la que Trump ataca a China con aranceles por valor de 34.000 millones de dólares en sus productos y regiones como la Unión Europea, India y Suiza inician quejas ante la OMC contra las dos superpotencias. En Ginebra, los miembros de la organización revisarán las políticas comerciales de China y evaluarán su desempeño en el respeto por las normas multilaterales.
El gobierno de Trump anteriormente había dicho que Estados Unidos “había cometido un error” al apoyar el ingreso de China a la OMC porque ha “demostrado ser ineficaz para garantizar la adhesión de China a un régimen comercial abierto y orientado al mercado”. La delegación estadounidense estará integrada por el asistente interino del USTR para asuntos chinos, Terry McCartin, y el representante permanente de los EE.UU ante la OMC, Dennis Shea.
COMPROMISOS DE LA OMC
China defenderá a través de un estudio realizado por el Gobierno, los esfuerzos del país para integrarse al sistema comercial mundial.
China “cumplió ampliamente con sus compromisos con la OMC, abrió considerablemente su mercado al mundo y generó resultados mutuamente beneficiosos y ventajosos para todos en una escala más amplia”, según dicho estudio. China “observa con firmeza y respeta las normas de la OMC y apoya el sistema de comercio multilateral que es abierto, transparente, inclusivo y no discriminatorio”.
EE.UU. y otros presionarán a China para que se ocupe de su papel en la creación de un exceso de capacidad en los mercados del acero y el aluminio que ha deprimido los precios mundiales y causado el cierre de fundiciones en todo el globo.
Trump ha adoptado una posición de línea dura respecto de los problemas chinos de exceso de capacidad subió los aranceles al 25 por ciento para los productos de acero que, según el gobierno, son necesarios para defender los intereses de seguridad nacional de los EE.UU.
Las medidas de Trump también llevaron a la UE a imponer restricciones provisionales de salvaguarda a las importaciones de acero para contribuir a impedir que el acero extranjero barato ingrese al mercado europeo.