Por mucho que las previsiones del Gobierno sean halagüeñas para este año, con un crecimiento del 3,2% del PIB y del 2,7% para el que viene, las grandes empresas no terminan de verlo claro. Un indicador adelantado de lo que está por venir es la demanda de energía eléctrica que hacen los grandes consumidores, y éste nos dice que en el pasado mes de noviembre hubo una caída del 0,9%, según los datos que proporciona Red Eléctrica. Una cifra, por cierto, muy similar a la del mes de octubre, y que suma ya siete meses en negativo.
En esta ocasión no hay opción para achacar ese descenso a los días laborables, ni tampoco a cambios bruscos de temparatura, ya que las condiciones fueron muy parecidas a las del año anterior. Por tanto, lo que viene a decirnos este dato es que las empresas están siendo cautas a la hora de fabricar bienes de cara a los próximos meses. Basta con mirar a lo ocurrido dentro del sector industrial en el que la demanda de la energía ha cedido un 1,5% (descontando las variaciones climáticas y de días laborables) respecto al mismo período del año anterior, cuando las tasas eran positivas por la buena inercia de la economía española.
La recesión del consumo energético es uno de los síntomas que los economistas toman como referencia para anticipar las previsiones empresariales sobre la evolución de la economía. Demuestra, por tanto, que las grandes compañías no terminan de ver claro qué va a ocurrir el próximo año. De hecho, las caídas de este curso se han ido agravando a medida que la incertidumbre política se hacía más patente ante la falta de formación de un Gobierno. Sin embargo, y aunque en Noviembre ya estaba claro qué tipo de Ejecutivo íbamos a tener en España, parece que las corporaciones no terminan de fiarse de las políticas que pueda aplicar.
Algo mejor le van las cosas al sector servicios, cuyo descenso en noviembre fue del 0,9%, en parte gracias a la caída de las temperaturas respecto al año anterior. Sin embargo, se puede comprobar cómo en términos interanuales tanto la gran industria como los servicios ceden terreno hasta fijar el índice en el -0,8%.
El IRE ayuda a adelantar el consumo energético y sirve para medir la evolución de la economía española
Habrá que esperar al cierre del mes de Diciembre, aunque todo hace indicar que la demanda eléctrica terminará el curso cayendo o plana. Una situación que dista mucho de la de hace un año cuando la demanda era positiva (2,5%) respecto al año anterior ante las buenas perspectivas que se avecinaban en torno a la economía de nuestro país.