jueves, 12 diciembre 2024

BBVA apuesta por un fondo de garantía mutualizado ante la ‘unión bancaria’

La Unión Bancaria Europea sigue haciéndose esperar. Cuenta con mecanismos de supervisión y resolución comunes, pero no tiene un fondo de garantías de depósitos europeo que asegure protección a los depositantes de cualquier país si quiebra un banco. BBVA estima que solo un fondo de garantías de depósitos europeo mutualizado, donde se compartan riesgos, será un auténtico fondo de garantía común. Solo un fondo de depósitos que comparta riesgos supondrá que haya una verdadera unión bancaria europea, desliza la entidad.

INGREDIENTES NECESARIOS

Hace años que existe el debate en torno a la creación de un esquema de protección común para los depósitos europeos. A principios de 2021, la Comisión Europea afirmó que completar la Unión Bancaria era una de sus prioridades, «eso pasa por la creación de un fondo de garantía de depósitos europeo», inciden. Además, la presidencia portuguesa hizo propuestas concretas sobre cómo se diseñaría este fondo, que tienen los ingredientes necesarios para alcanzar un acuerdo. Ahora, después de un año en que se han hecho “prometedores avances”, estamos en una “tregua temporal”, según destaca BBVA en una nota en su web.

UN HÍBRIDO

El pasado junio los ministros de finanzas europeos rompieron las negociaciones, que se espera se retomen en septiembre, después de las elecciones alemanas. “La presidencia portuguesa ha propuesto un fondo de garantía de depósitos híbrido”, explica Ana Rubio, del equipo de Regulación de BBVA. “En una primera fase coexistirán los fondos nacionales con uno europeo y estos fondos podrán hacerse préstamos de liquidez entre ellos”, añade. El objetivo es que al final del periodo de transición, cuya duración no se concreta, también se compartan riesgos. “Esto es un objetivo irrenunciable porque sólo un fondo de garantía mutualizado, donde se compartan riesgos, será un auténtico fondo de garantía común”, indica la experta de BBVA.

MÚLTIPLES VENTAJAS

En la entidad resaltan que las ventajas del esquema propuesto son, múltiples. Primero, “se completaría la Unión Bancaria y luego se limitaría la fragmentación europea porque los bancos ya no serían tan dependientes de su soberano en momentos de crisis». De este modo, «los mercados no penalizarían a los bancos de un país cuando se perciba que su soberano tenga una situación complicada, y viceversa”, considera Rubio. Esto supondría «romper el llamado círculo vicioso bancario-soberano».  En tercer lugar, “se garantizaría que la protección a los depositantes es la misma en todos los países, fomentando el mercado único”. En cuarto lugar, el que los riesgos de un país puedan cubrirse con fondos del resto “hace al sistema más resistente, menos arriesgado”. Por último, es “más eficiente gestionar” todos los fondos conjuntamente que “tener multitud de fondos nacionales”, aseguran en el banco.

Cada entidad va a contribuir lo que le corresponda, independientemente del país en el que esté

PAÍSES DEL SUR

En contra de algunas opiniones, Ana Rubio considera que disponer de un fondo de depósitos común para toda la Unión Europea “no favorece necesariamente” a los países del sur de Europa. “Eso sería así si contribuyéramos menos de lo que nos correspondiera por nuestra probabilidad de hacer uso de los fondos”. Sin embargo, al estar las contribuciones basadas en el riesgo de cada entidad, cada entidad va a contribuir lo que le corresponda, independientemente del país en el que esté”, afirma Rubio. En su opinión, los países del sur “ya hemos sufrido una reestructuración y un ajuste de capacidad muy severos durante las crisis recientes. Esto hace menos probable tener que atravesar otro proceso similar”.

ALICIENTE Y CONFIANZA

Para el sector bancario, este esquema sería “positivo”. “Sería un paso más hacia la unión bancaria, un aliciente para la confianza de nuestros depositantes y una manera de reducir o eliminar el círculo vicioso bancario-soberano”, según Rubio. Incluso podría favorecer las fusiones transfronterizas entre bancos, poniendo a los grandes jugadores en una mejor posición para competir con los grandes bancos internacionales”, indicó.

Asimismo, destaca que un fondo de garantía mayor y más potente “disminuye los riesgos para todos los consumidores europeos” y al reducir la fragmentación y fomentar el mercado único, “supone potencialmente el acceso a una mayor oferta internacional de productos financieros”.


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