Grifols ha logrado un 90% de consentimientos de sus tenedores de bonos y deuda a la reorganización interna de la sociedad para dar cabida a GIC, el fondo soberano de Singapur, como inversor estratégico y de largo plazo.
La compañía ha informado este lunes de que, una vez finalizado el proceso, los consentimientos recibidos «superan ampliamente» el mínimo necesario en relación con los bonos garantizados, los bonos no garantizados y otros prestamistas, incluyendo bancos e inversores institucionales.
En concreto, Grifols ha recibido el consentimiento del 87,93% de los bonistas de sus bonos garantizados, del 81,01% de bonistas titulares y del 93,82% de los bancos e inversores institucionales, incluyendo los prestamistas bajo el Crédito Sindicado, así como del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
«El elevado porcentaje de consentimientos obtenidos pone de manifiesto el alto grado de confianza de los principales tenedores de bonos y deuda en nuestro modelo de negocio, sostenible y de largo plazo, así como en nuestro compromiso de reducir nuestros ratios de apalancamiento, al tiempo que seguimos valorando y aprovechando oportunidades de valor añadido, como pone de manifiesto nuestro acuerdo estratégico con GIC», ha destacado Alfredo Arroyo, CFO de Grifols.
En virtud del acuerdo alcanzado con GIC, el fondo soberano de Singapur invertirá 990 millones de dólares (unos 840 millones de euros) en Biomat, filial estadounidense participada al 100% por Grifols que gestiona 296 centros de plasma en Estados Unidos.
Como contraprestación, GIC recibirá un total de 10 acciones ordinarias de la Clase B de Biomat y 9 acciones ordinarias de la Clase B de una sociedad ‘subholding’ de nueva creación. Estas acciones ordinarias representarán directa e indirectamente un total del 23,8% del capital social de Biomat.
Tras esta transacción, GIC se convertirá en un inversor estratégico y a largo plazo para Grifols con una participación minoritaria en Biomat mediante la adquisición de acciones preferentes sin derecho a voto de nueva emisión.
Grifols seguirá controlando todos los aspectos relacionados con la gestión de Biomat y la operativa de los centros. Todo el plasma recogido en los centros de Biomat y sus filiales seguirá siendo suministrado a Grifols para la producción de medicamentos plasmáticos mediante un contrato a largo plazo.
La compañía española destinará todos los fondos procedentes de la inversión realizada por GIC a amortizar deuda, en el marco del compromiso asumido por Grifols de reducir sus ratios de apalancamiento financiero.
El cierre de la inversión estratégica de GIC en Grifols está sujeta a ciertas condiciones, incluyendo la obtención de autorizaciones regulatorias aplicables, tal como el Comité para el Control de las Inversiones Extranjeras en Estados Unidos.
Grifols ha contado en esta operación con el asesoramiento legal de Osborne Clarke y Proskauer Rose y con Nomura Securities International como asesor financiero, mientras que GIC ha contado con Dechert como asesor legal.