El futuro presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no utilizará su mayoría en el Congreso para dar marcha atrás a la histórica reforma que permitió el regreso de las petroleras extranjeras a la industria, según afirmó el jefe de su equipo de transición.
López Obrador, conocido como AMLO, revisará los contratos petroleros en busca de indicios de corrupción. Pero, si se encuentra alguna falta, se conversará con las empresas antes de realizar cualquier cambio, señaló el jefe de gabinete del presidente, Alfonso Romo.
Romo declaró en una entrevista que no se planean cambios en la reforma energética y que, si se hace alguno, será sin perjudicar a la inversión privada.
En un mitin de campaña, hace apenas cuatro meses, AMLO afirmó que nunca permitiría que el petróleo mexicano vuelva a estar en manos extranjeras. Así, recientemente también declaró que podría impulsar una reforma de la industria petrolera en la segunda mitad de su período presidencial. A lo que Romo añadió que ninguna de esas opciones parece estar sobre la mesa, en una señal para los inversores.
La reforma petrolera aprobada por el actual presidente, Enrique Peña Nieto, ha atraído promesas de inversiones por miles de millones de dólares procedentes de gigantes multinacionales, incluidas Exxon Mobil y Chevron, precisamente mientras el Gobierno lucha para terminar con una caída de la producción de más de diez años.
Romo declaró que México necesitaba mucho dinero para la exploración en alta mar, y puntualizó que si la producción aumenta e impulsa el crecimiento nadie se opondrá.
Nacha Cattan y Daniel Cancel para Bloomberg