sábado, 14 diciembre 2024

Grifols salva su primer match ball para el encaje de GIC y bajar deuda

Grifols salva, por el momento, su acuerdo con GIC. Los bonistas de la deuda garantizada y no garantizada han dado su apoyo mayoritario. Tan sólo el 12% ha guardado silencio o bien posicionándose en contra de la decisión, detalle que no ha concretado la farmacéutica catalana. En total, el grupo con sede en Sant Cugat del Vallés (Barcelona) ha obtenido el respaldo del 87,9% de los tenedores de la deuda con vencimiento en 2025 y 2027 por un valor total de 2.675 millones de euros, según ha comunicado la catalana al regulador bursátil.

No obstante, aún queda por conocer la decisión de los tenedores del crédito sindicado, cuyo valor es de 3.800 millones de euros. Si obtiene el sí de éstos acreedores, Grifols podrá modificar todas las condiciones de estos acuerdos, cuyos intereses oscilan entre el 1,62% y el 3,2%.

Los consentimientos recibidos superan el mínimo necesario en relación con los bonos garantizados y los bonos no garantizados

Grifols ha evitado dar detalles sobre la decisión que han adoptado el 19% de los bonistas del tramo no garantizado. Y es que, el silencio o el rechazo se contabilizan como una negativa al acuerdo.

SIN RIESGO DE LITIGIOS

«No se espera ni hay riesgo de litigios a pesar de la negativa«, según han explicado fuentes jurídicas a MERCA2. No es habitual que exista una demanda por el cambio en las condiciones de un contrato aceptado por una inmensa mayoría. En el caso de Grifols no es una excepción, ya que hasta ahora no ha tenido ningún problema judicial por este motivo.

Grifols
La cúpula de Grifols

El 81% restante ha respaldado el pago de 835 millones de euros -990 millones de dólares- por parte de GIC a la catalana, que en contraprestación pagará un cuantioso dividendo por las acciones de Biomat y de Biomat Newco, la filial estadounidense de la farmacéutica catalana.

Al obtener la mayoría más uno de los bonistas a su favor, Grifols podrá modificar ciertas disposiciones de estos bonos, sin que haya concretado por el momento en qué consisten los cambios más allá de encajar a GIC en la estructura de su deuda.

MODIFICACIÓN DE LOS PACTOS PARA BAJAR LA DEUDA

Tras este respaldo, Grifols podrá captar los 835 millones del fondo soberano de Singapur, que se destinarán íntegramente a amortizar deuda. «Los consentimientos recibidos superan el mínimo necesario en relación con los bonos garantizados y los bonos no garantizados», ha afirmado Grifols.

Con esta operación, Grifols tendrá ahora que esperar a la decisión de los tenedores del fondo sindicado y poder emplearse a fondo en la consecución de su plan estratégico, centrado principalmente en la innovación con productos no plasmáticos, un negocio que hasta ahora le ha reportado el 4% de los ingresos y que pretende elevar al 20% en 2030.

La firma entre Grifols y GIC se ha producido en un momento de caída en el principal mercado de la empresa catalana debido a las fuertes restricciones sanitarias. La recolección de plasma, la principal materia prima de Grifols, apuntan a un incremento de las ventas y recuperación, siempre y cuando la denominada quinta ola permita realizarlo.

La deuda de Grifols ha sido su principal quebradero de cabeza en los últimos años. A cierre del primer semestre, la empresa registró una deuda neta de 6.575 millones, con un apalancamiento de 4,9 veces. Esta cifra había caído más con respecto al 2020 (5,1 veces) si Grifols dejara de realizar compras. Sin embargo, la empresa controlada por Victor Grifols no deja de crecer inorgánicamente. Sus últimas operaciones así lo muestran, con la adquisición de más centros de plasma, especialmente en Estados Unidos.

GRIFOLS NO DEJA DE COMPRAR PESE A LA DEUDA

En 2019, la empresa controló estas cifras ante la honda preocupación de analistas, inversores y agencias de calificación. Sin embargo, la pandemia ha supuesto un duro revés a la hora de captar donaciones de plasma, ya que numerosos centros han permanecido cerrados. Con la vacunación, la farmacéutica ha realizado cada vez más adquisiciones para relanzar el negocio, sin embargo esta estrategia impide bajar el pasivo.

En concreto, Grifols ha adquirido hasta junio centros por valor de 1.000 millones de euros debido a la alta demanda. Como ejemplo de ello, la empresa anunció un acuerdo en exclusividad con la estadounidense ImmunoTek Bio Centers, especializada en la construcción y apertura de centros de plasma a través de contratos y acuerdos estratégicos con compañías del sector de la salud. La finalidad es «seguir avanzando en la ejecución de su plan de expansión y reforzar su red integrada de centros de plasma».

Con la entrada del fondo de Singapur, Grifols espera poder cumplir este año con sus objetivos de deuda, un hecho que no pudo hacer realidad en 2020. Antes del pacto, del que se esperan nuevos detalles esta semana, el principal argumento de la catalana era rebajar la ratio de endeudamiento a 4,4 veces, por debajo de la media del sector, situada en 4,5 veces.

GIC, SOCIO ESTRATÉGICO DE GRIFOLS, Y SU RENTABILIDAD CON LA OPERACIÓN

Con esta firma, el país asiático se convertirá en un «inversor estratégico» de la multinacional catalana, pero con un dividendo estratosférico que le permitirá recuperar la inversión de los 1.000 millones de dólares en apenas 10 años. Si se queda otros cinco más con las acciones de Biomat, el fondo habría obtenido una rentabilidad cercana al 25% respecto al capital inicial. Y es que, cobrará un total de 4,16 millones de euros por cada una de las 19 acciones de Biomat y Biomat Newco, sin tener derecho a voto ni tampoco controlar la gestión. En total, unos 79 millones anuales por el 23,8% de las filiales de Grifols.

A partir de 2023, los titulares de estas acciones podrán solicitar la amortización con condiciones de una única acción de alguna de las dos entidades por un precio de 52,10 millones por título, es decir, el fondo de Singapur habría obtenido su capital más tres años de dividendos.

Grifols ha cerrado el primer semestre del año con un beneficio neto de 266,8 millones de euros, un incremento del 22% respecto al mismo periodo del pasado 2020. El beneficio neto ajustado ha ascendido hasta los 279,1 millones de euros.


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