jueves, 12 diciembre 2024

Las sombras para conectar los aeropuertos de Girona, El Prat y Reus

El plan de Aena para la ampliación de El Prat no sólo afecta al aeropuerto de Barcelona, sino también a los dos pequeños aeródromos de Reus y Girona. El gestor de estas infraestructuras no contempla una conexión triangular, sino particular de cada una con Barcelona, convirtiendo a la Ciudad Condal en una parte esencial.

Sin embargo, todas las obras de AVE llevadas a cabo en Cataluña han sufrido retrasos históricos, como por ejemplo la de La Sagrera, que una década después ha conseguido colocar los cimientos, aunque su funcionamiento no será realidad hasta 2023. Para el nuevo proyecto, el Gobierno ha prometido colocar los cimientos de las estaciones de los aeropuertos de Reus y Girona en 2026, sin embargo tan sólo ha licitado un estudio conjunto entre Adif y Aena. Fue en 2019 y aún no se ha realizado ningún otro concurso público. Un hecho que arroja serias dudas para poder adjudicar y ejecutar las obras en este plazo.

EN BUS, MÁS RÁPIDO QUE EN AVE

La prudencia impera pese al optimismo mostrado por el acuerdo para la ampliación de El Prat entre el Gobierno y la Generalitat. En Reus, población situada a tan sólo siete kilómetros de Tarragona y con casi medio millón de habitantes, se especula con la llegada del AVE desde hace once años, mientras hay poblaciones con un menor censo que tienen su propia estación, como Loja (Granada) o Puente Genil (30.000). Tampoco otras poblaciones tan importantes como L’Hospitalet (Barcelona) o Móstoles (Madrid), con más habitantes que Reus, tienen parada.

Pasando por alto el derecho que tengan las grandes poblaciones a tener el AVE, la realidad es que ir en bus desde el aeropuerto de El Prat hasta el de Girona es más rápido que ir en tren, al menos actualmente. Y es que, para poder coger el tren de alta velocidad en El Prat hay que ir a Sants y de allí a Girona, para coger después un bus para cubrir los 17 kilómetros hasta el aeródromo. Entre El Prat y el aeropuerto de la Costa Brava existe una línea regular que tarda una hora y cuarto, menor tiempo que se realiza el AVE sólo en cubrir Tarragona y Girona.

El aeropuerto de El Prat
Aeropuerto de Barcelona T1, edificio terminal.

Aún así, el Gobierno insiste en difundir que Girona será la cuarta pista de El Prat con la conexión del AVE. De hecho, ¿qué ocurriría si por tiempo los ciudadanos continuaran escogiendo el bus para realizar este tránsfer? Es otra de las serias dudas en el planteamiento del proyecto de la ampliación.

EL RETRASO EN LAS OBRAS DEL AVE, LA TÓNICA HABITUAL

El problema del AVE no solo pasa por las denominadas estaciones fantasma, algunas de ellas necesarias para realizar mantenimientos y cambios de locomotoras. También son los plazos que se alargan eternamente en el tiempo. Y es que, en Cataluña se ha acostumbrado a vender las grandes obras como si se realizaran en menos de un año. Y no, los AVE en Cataluña se demoran y con un coste más elevado de las adjudicaciones como norma general.

Las obras en infraestructuras, como carreteras, son ejemplo de esta desesperación. Aún no se han cerrado las obras de la N-II, mientras se abren nuevas brechas, como las eternas obras en Glòries o las mencionadas de La Sagrera. Y es que, ni la estación de Girona ni la de Reus están proyectadas aún a cuatro años de cumplirse el plazo anunciado y las trabas burocráticas no serán pocas debido a la tela de araña que aparece de forma habitual en estas licitaciones.

Aena ha afirmado que la estación de AVE en los aeropuertos de Reus y Girona serán una realidad en 2026. Es decir, en menos de cinco años se levantará una estación sin tener aún licitados los tramos que separan a ambas infraestructuras de la red de AVE más cercana, 7 kilómetros en el caso de Reus y otros casi 13 kilómetros. Si en este momento se habla de estaciones fantasma, ambas serían los dos máximos exponentes. Ninguno de estos dos aeropuertos dispone de una conexión ferroviaria hasta ahora, y Aena ha prometido realizarlas en un tiempo récord, sin demoras ni sobrecostes, como acostumbran a tener estas obras, especialmente en Cataluña.

EL PROBLEMA DE CONECTAR DIRECTAMENTE CON EL PRAT

El Gobierno de Pedro Sánchez ha prometido la llegada del AVE a estos dos aeropuertos desde el año 2019, pero se ha quedado en la palabra. Ni un sólo metro de vía se ha licitado, ni tampoco las estaciones. La única adjudicación se ha centrado en la estación del aeropuerto de Girona y consiste en un estudio informativo para el emplazamiento y conexiones desde la futura estación. Un anuncio realizado el pasado 14 de enero por un presupuesto de 387.200 euros con IVA. En el proyecto se pide a Adif y Aena analizar el emplazamiento, diseño y cómo se realizará la conexión.

El aeropuerto de Girona está situado en el municipio de Vilobí d’Onyar y el proyecto que busca el Gobierno es conectar esta estación con el AVE que llega a la frontera con Francia, que tiene paradas en Girona y Figueres antes de llegar a Perpignan. Sin embargo, habría que realizar desvíos para poder conectar las tres infraestructuras, ramales en la mayoría de casos si no se encuentra una solución más óptima. Además, el estudio licitado exige conocer cómo será «la explotación de la nueva estación con las necesidades actuales de la línea ferroviaria» con el fin de maximizar las inversiones e integrarla dentro de la red.

CATALUÑA YA ESTÁ CONECTADA POR AVE, EXTREMADURA TENDRÁ QUE ESPERAR

Por otro lado, los distintos gobiernos de España han utilizado el AVE como arma electoral. Voces de la oposición, como Inés Arrimadas, lo han puesto de manifiesto en los últimos días y exigen que las nuevas adjudicaciones se realicen siguiendo criterios técnicos y no políticos.

De hecho, las cuatro provincias catalanas están unidas por AVE, si bien no es circular. Para ir de Lleida a Girona se tarda casi dos horas, tan sólo 45 menos que ir desde Barcelona a Madrid sin paradas. Y es que, la vía se ha proyectado para conectar las ciudades, pero optimizando el recorrido.

En cambio, para otras regiones se ha prometido el AVE desde hace décadas. En Extremadura, la gran olvidada y por la que tendría que discurrir el corredor Atlántico, aún no tiene un tren en condiciones para ir a la capital. Existe conexión ferroviaria, pero son más de tres horas y una eternidad de paradas, un tren regional que recoge a los pasajeros que aún lo utilizan pese a las habituales averías. «Extremadura será la primera región con sus principales ciudades conectadas por AVE», afirmó a principios de año el exministro de Transportes José Luis Ábalos. Una cantinela que se repite insistentemente en el tiempo, independientemente del color político.

SIN DETALLES DEL ACUERDO PARA AMPLIAR EL PRAT

Otra de las sombras que deja el acuerdo firmado por la Generalitat y el Gobierno se centra en la falta de concreción y detalles, como si de un anuncio político o una declaración de intenciones se tratara. No hay plazos para licitar la estación de Reus, como tampoco para levantar la de Girona. Además, ¿de qué sirve tener una estación sin vías? Preguntas que por el momento no tienen respuesta.

Además, el plan de Aena para inversiones se tiene que detallar este próximo mes, ya que será aprobado por el Gobierno en el Consejo de Ministros de septiembre. Además, tampoco se ha concretado cómo se extenderá la tercera pista para tratar de contentar a Bruselas, quien debe decidir si permite construir en La Ricarda, un paraje especialmente protegido por la Red Natura 2000.

Cabe destacar, por último, que ni el aeropuerto de Reus ni el de Girona han estado nunca del proyecto del AVE. ¿Por qué ahora? Es otra de las cuestiones en el aire, más cuando se ha prometido esta infraestructura en otras zonas geográficas con antelación, pero que continúan sin licitarse.


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