Jordi Solé (Vilafranca del Penedès, 1973) se embarcó en la aventura de Kreedit hace once años. En este tiempo, la empresa catalana ha conseguido ofrecer a las pymes un servicio de externalización de búsqueda de financiación para obtener las mejores condiciones que se adaptaran al empresario. Más de 1.300 pymes han obtenido una solución satisfactoria, con financiación por importe de más de 300 millones de euros.
El secreto de la compañía es su amplio abanico de opciones de financiación, entre las aque se encuentran más de 100 entidades, como la banca tradicional, organismo públicos y entidades extrabancarias. Su cometido es ayudar no sólo en los malos momentos, como en la pandemia, sino también cuando no hay dificultades.
En los últimos tiempos, con la crisis sanitaria, «los empresarios han llegado a pedir formas de financiación que no existen en el mercado«, ha explicado Solé en una entrevista con MERCA2. El máximo ejecutivo de Kreedit ha señalado que pone encima de la mesa «todas las opciones» existentes y ayuda a escoger la mejor de ellas. Y es que, conocer al detalle todos los operadores del mercado amplia las posibilidades y llega a evitar los temidos concursos de acreedores, la elección más escogida cuando las deudas ahogan. Pero su capacidad de reacción va más allá de la consultoría en las cuestiones de la financiación.
LA FINANCIACIÓN NO DEPENDE ÚNICAMENTE DE PAGAR UNA CUOTA MENSUAL
Kreedit abre puertas que los empresarios no lograrían atravesar por sí solos. Buscan no sólo en la banca tradicional, casi la única ventana a la que acuden los empresarios pero únicamente por desconocimiento.
Y es que, «las empresas no tienen por qué saber quiénes son los operadores para financiar su negocio», ha apuntado. Su valor reside en su capacidad de «identificar cada una de las partes fundamentales que entran en juego a la hora de pedir financiación«, incluyendo las fórmulas de pago. No todo consiste en pagar una cuota mensual.
Algunas de sus soluciones a situaciones difíciles pasa por esquivar el concurso de acreedores. «Hemos llegado a encontrar una vía de escape a los concursos de acreedores«, ha afirmado. Y es que, cuando las deudas han apretado, los empresarios prefieren tomar esta drástica solución a un problema de liquidez. Al tener una amplia gama de productos, hay empresas que no sólo han salido de ese atolladero, sino que crecen más que nunca tras adoptar sus soluciones. «Vemos más opciones que tiene el equipo directivo de una empresa«, ha resumido.
EL ICO HA DADO UN EXCESO DE LIQUIDEZ QUE HA EVITADO LA SUBIDA DE LA MOROSIDAD
También ha expresado su preocupación por los ICO y su opinión sobre las consecuencias que están teniendo. En líneas generales, ha considerado que estos préstamos han retraso los inevitables problemas de morosidad a corto plazo. A su juicio, hay un exceso de liquidez por estos créditos, que han evitado a la banca tener que aflorar la morosidad.
La crisis sanitaria y las restricciones han cambiado por completo el panorama actual. Como ocurre con el coronavirus, «va a haber olas que afectarán al sector empresarial«, ha advertido. En este sentido, ha señalado que las moratorias para devolver los préstamos del ICO se acabarán y vendrá una oleada de concursos de acreedores, a la que seguirá una oleada de morosidad.
Por el momento, con una morosidad media del 4,5%, la gran banca está aguantando los niveles debido precisamente a la liquidez que han aportado los ICO. «La morosidad de la banca no aflora pese al deterioro de inversiones«, ha subrayado en la entrevista. «Se ha inundado a las empresas con liquidez», ha recordado.
En teoría, los préstamos ICO iban a tener una carencia de un año, la previsión que se tenía para esta pandemia. Sin embargo, se están alargando sucesivamente los plazos para iniciar el pago del principal de esta deuda, cuyo interés se sitúa entre el 2,3% y el 4% anual, dependiendo del periodo de vigencia. «Cuando llegue el próximo año, la mayor parte de estos préstamos comenzarían a devolverse, pero si las empresas no pueden o de aquellas que no puedan se les pondrán facilidades para alargar el período de amortización», ha considerado el ejecutivo de Kreedit.
BANCA Y EMPRESAS, FAVORABLES A LAS MORATORIAS
Según sus palabras, el ICO, la banca y las empresas tienen el interés compartido de demorar al máximo la devolución de estos préstamos. Por un lado, las empresas prefieren pagar únicamente los intereses porque cuando empiecen a pagar el capital les mermará la liquidez, que puede llegar al punto de poner en riesgo su viabilidad.
Según ha apuntado Solé, el ICO va a poner todas las facilidades posibles para afianzarse como el caballero blanco de la inversión, mientas que la banca también tiene su interés en que los préstamos se alarguen, primero para continuar cobrando los intereses, mientras que si las empresas iniciarán la devolución del principal el sector tendría dificultades en el mercado para conseguir inversiones que fueran tan interesantes como estas por el riesgo-beneficio.
Por otro lado, ha considerado que la banca ha sido proactiva en la concesión de préstamos, pero se ha visto deteriorada por la irrupción de la pandemia. «La gran banca se ha abstenido en general de atender a clientes que no fueran suyos. Esto es inaudito, no había pasado nunca», ha señalado. Antes de esta crisis, las empresas acudían a los bancos, independientemente de si eran o no clientes. Desde marzo de 2020, todos los bancos han estado cerrados a estudiar la concesión de financiación a empresas que no fueran clientes. El objetivo es poner a salvaguarda el 80% de los préstamos del ICO por el aval del Estado.
FINANCIACIÓN ALTERNATIVA, MÁS ALLÁ DEL PRÉSTAMO
Más allá de la banca, donde en España operan 40 entidades, las empresas tienen numerosas alternativas de financiación, como entidades privadas y líneas de financiación públicas. A éstas se puede recurrir cuando la marcha económica es favorable y no cuando la situación es de ahogo. En este sentido, el ejecutivo de Kreedit ha indicado que el escenario actual no es el mejor para buscar otras fórmulas para continuar con la actividad del negocio. Solé ha aconsejado a los empresarios diversificar también su financiación, y que ésta no provenga únicamente de la banca tradicional. «Muchas empresas son extremadamente dependientes de la deuda y la banca tradicional», ha señalado.
En este sentido, el CEO de Kreedit ha incidido en la necesidad de incrementar las posibilidades a las pymes para obtener crédito, no sólo con deuda, como es dar entrada a un socio inversor. Pero esta alternativa choca con la cultura empresarial actual.
La deuda conlleva tan sólo el compromiso de devolver el dinero y los intereses. La entrada de un tercero en el capital supone un mayor ejercicio de transparencia y confianza en personas ajenas. La mayoría de los empresarios de las pymes no están por la labor. Se exige una mayor transparencia, buenas prácticas y con una toma de decisiones objetiva.
«Muchas pymes tienen mezclada su actividad empresarial con la particular«, como el cargo a la empresa de gastos particulares o movimiento de préstamos. Esta forma de dirigir la empresa no es bienvenida por terceros. «Estas decisiones no son amables para un inversor nuevo, ya que pide tener la máxima transparencia y no accedería a determinadas prácticas», ha destacado Solé. «Para los empresarios es una barrera compartir sus datos», ha indicado.