El magnate mexicano, Carlos Slim, vuelve al ruedo del mercado inmobiliario residencial. La compañía Realia, controlada por el propio Slim, lanza cinco nuevas promociones que supondrán la construcción de cerca de 600 viviendas.
La crisis ya es historia y los tiempos de bonanza vuelven al sector inmobiliario. Cada vez es más evidente la recuperación económica no sólo en España, sino también en Europa. Por este motivo, Slim ha decido retomar la actividad en el suelo residencial. Los inversores ya no tienen miedo y vuelven a apostar por este mercado.
Realía había huido como alma que lleva el diablo de la construcción de viviendas con la llegada de la recesión económica. Pero los tiempos han cambiado. Ahora, la inmobiliaria planea ingresar 208 millones de euros gracias a la construcción de 594 viviendas, repartidas en cinco promociones.
La compañía cuenta con una cartera de suelo formada por 1,85 millones de metros cuadrados. Realia asegura que ya tiene en desarrollo algunos de estos terrenos de Madrid, Cataluña y Levante, zonas que actualmente concentran la mayor demanda de vivienda. Slim ha detectado que hay necesidad y demanda de vivienda de nuestra construcción y ha decidido lanzarse a por la oportunidad.
De todos modos, esta inversión no significa que Realia descuide sus otras actividades dentro del sector. De hecho, a compañía prevé seguir impulsando su principal negocio: la gestión de sus oficinas y centros comerciales en alquiler. Actualmente la inmobiliaria posee un portfolio que suma 406.000 m2 y que le genera unas rentas de unos 65 millones al año.
La compañía controlada por el mexicano también está de enhorabuena por otros astuntos. Esta semana, Realia ha anunciado la refinanciación de su deuda del área de promociones, por un importe de 120 millones de euros. El pasivo tenía vencimiento el 30 de junio de 2018 y la nueva financiación tiene vencimiento a 31 de diciembre de 2020.
Realia finalizó el ejercicio 2017 con un beneficio neto de 30,5 millones de euros, un 73,7% menos que en 2016. El retroceso estuvo motivado por los resultados extraordinarios contabilizados en 2016 por las quitas asociadas a la refinanciación de la deuda.