Los innumerables tentáculos de Jaume Roures acarician distintos focos de poder (político, económico, mediático, deportivo y cultural). Pero es cierto que los ‘enredos’ del productor catalán se ha rebajado conforme los problemas económicos de Mediapro han ido creciendo.
El gigante audiovisual catalán redujo un 38% sus ingresos en el pandémico 2020, presentó unas pérdidas de 215 millones de euros y ha evidenciado severos problemas de liquidez tras acumular una deuda superior a los 900M€.
La agencia de calificación norteamericana Moody’s acaba de rebajar la calidad de la deuda de Mediapro al mínimo porque cree que no tiene liquidez para afrontar sus pagos en los próximos seis meses.
Esta falta de tesorería, evidenciada cuando perdió los derechos de la Liga futbolística francesa tras protagonizar varios impagos, se ha intentado compensar con una ampliación de capital suscrita por todos sus socios por valor de 50 millones de euros y con un crédito de 60 millones avalado por el gubernamental Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Es cierto que ambos movimientos pueden ser simples parches con los que difícilmente se contendrá una hemorragia que sí podría taponarse si el SEPI da luz verde al rescate de 230 millones solicitado por Roures, que podría jugar su ‘carta política’ a pesar de que el Gobierno de Pedro Sánchez ni le ha ayudado a recuperar producción en TVE ni le echó una mano para que se hiciera con el Grupo Zeta.
PROBLEMAS CON SUS SOCIOS
En febrero de 2018 Roures vendió el 53% de Mediapro al fondo chino Orient Hontai Capital por 900 millones de euros. El magnate catalán quería financiar los derechos deportivos, reestructurar deuda, e incluso prometía sacar la empresa a Bolsa.
Pero la situación financiera de la productora televisiva se ha ido dificultando mientras se enrarecían las relaciones entre Orient Hontai y el tándem Roures-Tatxo Benet, que suman un 24% de acciones de Mediapro y quieren seguir controlándola a pesar del ansia chino por hacerse con el timón de la compañía.
Roures y Benet creen que Orient Hontai impondría recortes y desvirtuaría Mediapro, pero el fondo chino ha prometido inversiones por valor de 600 millones de euros que el dúo fundador no parece siquiera contemplar.
La intención de los productores sería cambiar de socios y para ello se han acercado a los fondos Searchlight e Invesco, que junto a Gala Capital han comprado deuda de Mediapro por valor de 180 millones de euros que quieren cambiar por unas acciones que podrían aumentar en una eventual operación de compra a Orient Hontai, que se resiste a abandonar la compañía.
OTROS ASUNTOS
Roures tampoco descuida sus ‘otros mundos’: en televisión mantiene un sustancioso pacto con Movistar, va a reforzar su posición en TV3 gracias a que ERC se ha hecho con el liderazgo de la Generalitat de Catalunya y pretende salvar algún mueble de la revolución emprendida por Miguel Ángel Rodríguez en Telemadrid, que ha cancelado el magazine ‘Está pasando’ y previsiblemente no renovará el concurso ‘Atrápame si puedes’.
Mientras tanto, algunos enemigos políticos y mediáticos le buscan las cosquillas con argumentarios poco elaborados como el que dice que TV3 pagó un documental a Mediapro sobre el 1O con dinero de un ‘fondo covid’ porque, aseguran, el director general de la autonómica dijo que no había dinero, el Gobierno de España le dio 5.000M€ a la Generalitat a cuenta de la crisis sanitaria y el Govern inyectó en la tele pública apenas 15,5 millones de los cuales 440.000 habrían sufragado la polémica obra.
Es cierto que el empresario no repara demasiado en estas polémicas artificiales porque su tiempo lo dedica en otros menesteres. Uno de ellos es el FC Barcelona, club en el que influye tras haber avalado con 30 millones de su fortuna personal a la candidatura de Joan Laporta.
De su dinero también sale Público, que ha demostrado que Juan Carlos de Borbón hizo caja con comisiones de armas vendidas a los países árabes. Y también podría salir el proyecto televisivo que liderará Pablo Iglesias, que podría refugiarse profesionalmente en Barcelona tras dejar la política.
CINE Y FÚTBOL
Roures se dejará ver en septiembre en el Festival de San Sebastián como productor de ‘El buen patrón’, de la que en Mediapro barruntan triunfos. Este film dirigido por Fernando León de Aranoa y protagonizado por Javier Bardem supondrá una crítica a ciertos comportamientos empresariales.
El productor también arroja otras críticas públicas, en este caso deportivas, a su antiguo aliado y hoy enemigo Florentino Pérez, rejoneado por el fracaso de la Superliga y apuntillado por los audios publicados por El Confidencial.