El nudo sobre los derechos audiovisuales del fútbol en España ha empezado a deshacerse. La semana pasada se confirmó que Telefónica se ha hecho con los derechos de LaLiga por tres temporadas, hasta el año 2022 (principales paquetes); y además ha recomprado por otros tres años a Mediapro la Champions League (hasta 2021). Pero en este ovillo donde nadie cuenta la verdad, todavía tienen que pronunciarse Orange y Vodafone.
Para los dos rivales directos de Telefónica la operación es relativamente sencilla. Pueden pasar del fútbol, al menos durante un año todavía tendrían LaLiga, pero a partir de la temporada 2019/20, no; y de esta manera ajustar los precios y ser más agresivos en servicios de conectividad u otro contenido audiovisual. O pueden ayudar al operador azul a pagar la hipoteca que ha adquirido de 4.020 millones de euros entre ambas competiciones, y de esta manera sumarse a otra escalada en el alza de precios para rentabilizar los costes del fútbol.
Orange y Vodafone deciden. Fuentes del operador rojo señalan a MERCA2 que desde ya mismo podrían sentarse a negociar con Movistar los derechos de la Champions, que son los más urgentes. Aunque todavía ni confirman ni desmienten que lo vayan a hacer. Asimismo, matizan que, por temas comerciales, parece poco probable que la situación se vaya más allá del inicio de la máxima competición europea. Hecho, no obstante, que ya se vivió hace unos años cuando los derechos no estuvieron en posesión de los operadores hasta casi la segunda fase. En cuanto a LaLiga, que todavía podrán emitir durante esta campaña, parece que se lo tomarán con tranquilidad, o bien surgirán apaños comerciales asociados a la propia Champions para acceder a ellos.
Por lo que respecta a Orange, la compañía registra un nivel de ambigüedad máximo. Explican que no haberse presentado a la subasta (de LaLiga) refuerza su desinterés por el fútbol… pero que buscando lo mejor para sus clientes, negociarán. Aunque para seguir con el juego del despiste, solo accederán al fútbol “siempre que el precio sea razonable”.
Lo que sí parece claro, aunque en este juego de engaños todo vale, es que Orange y Vodafone tienen serias dudas. Fuentes del sector aseguran que ambas compañías, sobre todo los rojos, tienen importantes reticencias si el precio que exige Telefónica es desmesurado. Por lo tanto no parece descabellado que la compañía dirigida en España por Antonio Coimbra finalmente no tenga fútbol en su oferta televisiva. Algo, en todo caso, que dejaría en buen lugar al directivo portugués, puesto que se ha mostrado muy beligerante sobre la inflación que se estaba produciendo con los derechos deportivos.
ORANGE Y VODAFONE SE LO PIENSAN
Sobre la inflación y la rentabilidad, las cifras asustan. Pero también hay un gran misterio detrás de las mismas. En estos momentos la mayoría de clientes de los operadores están paquetizados. Por lo tanto, no se puede estimar lo que realmente se debe cobrar a cada abonado para hacer rentable el negocio del fútbol. Es decir, si las facturas tirasen al alza durante los próximos años, y los clientes no castigan yéndose a otra compañía, a lo mejor resulta que Telefónica ha hecho un movimiento maestro si, finalmente, Orange y Vodafone no deciden entran en la recompra de derechos.
Por el contrario, si estos dos operadores deciden tener fútbol, resultaría un ganador por sorpresa de todo esto: MásMóvil. Sería el único que podría jugar con el factor precio al no estar, supuestamente, hipotecado por los derechos deportivos. Porque resulta más que evidente que, como público MERCA2 hace unos meses, habrá nuevas subidas de precios. Y ese será el pato que paguen los abonados.
Por lo tanto, Orange y Vodafone tienen en su tejado la pelota. Y nunca mejor dicho. Pueden ir a corriente, ayudar a Telefónica a pagar el fútbol y subir los precios de sus facturas a todos sus clientes (con el enfado pertinente). O puede apostar por atraer nuevos usuarios con precios más competentes y meter a Movistar en un lío bastante importante con la hipoteca de pagar las fichas de Messi, Ronaldo o Amrabat.