BBVA y CaixaBank lanzarán en breve sus planes de recolocación, una vez cerrados a finales de este mes sus respectivos plazos de adhesión voluntaria a sendos ERE, y con el objetivo de recolocar al 100% de empleados adheridos.
Este viernes se cerrará en CaixaBank el plazo de adhesión al ERE que supondrá la salida voluntaria de 6.452 empleados: hasta el miércoles 21 se habían apuntado 5.287, según fuentes sindicales.
El 12 de julio acabó el plazo en BBVA, que recibió 5.216 peticiones de adhesión voluntaria al procedimiento previsto para 2.935 personas, según los datos facilitados a Europa Press por la quinta comisión de seguimiento del proceso.
INDEFINIDO O AUTOEMPLEO
El plan de recolocación del BBVA es del 100% de los empleados a través de Randstad: durará un año, ampliable hasta 2 años y medio (6 meses es el mínimo exigido por la ley, que desde 2012 obliga a que un despido colectivo de más de 50 personas incluya un programa de recolocación, aunque no exige garantizarla).
El objetivo del programa del BBVA es obtener contratos de trabajo indefinidos o mediante autoempleo para el 100% de los afectados que quieran seguir trabajando y se adhieran al plan.
«Abordamos este proceso con actitud dialogante, con el compromiso de guiarnos por criterios de objetividad y con la voluntad de llegar al mejor acuerdo posible para todos», explicó el banco recientemente.
EL ACOMPAÑAMIENTO
Fuentes de CaixaBank han explicado a Europa Press que han abierto un punto de información «anónima y confidencial» para los afectados, y además han iniciado con la consultora McKinsey un análisis del mercado laboral en España a nivel local, para detectar tendencias en la creación de empleo y nuevas oportunidades.
LHH (Grupo Adecco) asesorará a los empleados a medida que se vayan aprobando las solicitudes de baja voluntaria, para definir un nuevo proyecto profesional según sus «intereses, perfil y experiencia».
Los candidatos tendrán un plan de acompañamiento indefinido hasta que se asienten en su nuevo trabajo, y podrán volver a acogerse al plan si aceptaran una oferta pero vieran después que no responde a sus expectativas o al proyecto que quieren emprender.
También pueden transferir la ayuda del plan a un familiar de primer grado (hijos o pareja) que esté en paro o quiera mejorar en su carrera.
PERFILES CON FUTURO
Según fuentes de LHH, el empleado de banca que aspira a recolocarse tiene como ventajas su resiliencia ante los cambios de su sector (interacción con el cliente, digitalización, marco regulatorio y entorno competitivo), y los sectores emergentes que pueden encajar mejor son las fintech, compañías de tecnología, inmobiliarias, de seguros y consultorías.
Han destacado que las fintech incorporan perfiles de banca séniors para sus equipos intergeneracionales y donde conviven distintas formas de entender el negocio; también lo hacen compañías de tecnología, para ciberseguridad, data science, blockchain, e-commerce y marketing digital; y también los sectores inmobiliario, de seguros y consultorías, por los servicios que dan, y además pueden implicar el autoempleo.
Un profesional recolocado anteriormente, Miguel Ángel (45 años), ha explicado que trabajaba en banca desde el año 2000 hasta que el Santander absorbió al Popular: LHH le asesoró sobre «cómo se buscaba empleo en 2018», cuando él se encontraba sin trabajo a los 42 años.
Emilio (49) ha declarado que un ERE acabó con toda su carrera de 19 años en la banca, pero que LHH le hizo superar el «vértigo» de creer que cualquier joven podía tener más posibilidades que él, y saltó al autoempleo: primero colaboró con una interiorista para una empresa donde él aportaba los conocimientos de empresa, y con la crisis de la pandemia se convirtió en socio cuando ella se lo ofreció.