CCOO, UGT y el Sindicato de Cuadros y Profesionales (SPC) han acordado con Renault prorrogar el actual expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) hasta el 31 de diciembre.
Este expediente, que acababa el 30 de septiembre, contempla un máximo de 61 días para la factoría de Palencia, 40 días para las factorías de carrocería, montaje y direcciones centrales y 17 días para la factoría de Motores, que puede afectar a 9.448 trabajadores, por causas productivas derivadas de la situación que continúa sufriendo la compañía debido al desabastecimiento de semiconductores que atraviesa todo el sector.
Las mejoras acordadas suponen el complemento hasta el 85% del salario bruto individual (retribución primaria, prima, antigüedad, turnicidad y en su caso salario forfait), cobrando las pagas y las vacaciones al cien por cien. La empresa mantendrá íntegramente la aportación a las dos mutuas durante el ERTE y los anuncios de las paradas se harán en los mismos plazos que se utilizan para la bolsa de horas, especificando si es parada por Bolsa o por ERTE.
Además, se agotará, previamente a la aplicación del ERTE, la flexibilidad pactada hasta -40 días en el contador general de la bolsa, y una vez agotado, se tendrá en cuenta el contador colectivo de cada trabajador (9.702) que deberá también llegar al saldo de -40 días (se informará en agosto a todos los trabajadores de su contador).
Los trabajadores que así lo decidan, podrán cambiar días de ERTE por días de descanso individual, para lo que habrá un plazo de 48 horas desde la publicación para notificar la petición del cambio de días.
El acuerdo contempla que no estarán afectados por el ERTE los trabajadores con contrato de relevo, reducciones de jornada al 99% por cuidado de hijo con enfermedad grave (tanto de los trabajadores de Renault, como en el caso de que sea el otro progenitor el que tenga concedida la reducción de jornada, a efectos de no perjudicar al menor), suspensión de contrato por hijo a cargo y lactancia.
En el marco de la Comisión de Seguimiento que se creará con los firmantes del ERTE, se llevarán a cabo las actualizaciones de las paradas y toda la información pertinente, según el acuerdo, que también recoge que los trabajadores afectados por el ERTE que lo necesiten podrán solicitar un anticipo, por el importe máximo de 600 euros al mes, a devolver a los tres meses desde el mes de su abono.
SITUACIÓN ÚNICA
CCOO ha incidido en que es la primera vez que se tienen coches para fabricar, pero no piezas para montarlos, por lo que ha exigido que Renault busque solución al problema de falta de semiconductores para poder empezar a trabajar en los nuevos proyectos y así acabar con las repercusiones que esta situación está teniendo sobre los trabajadores y las empresas auxiliares.
«CCOO queremos ser cautos con esta situación, siendo optimistas porque tenemos firmado un convenio colectivo que ha pactado unas cargas de trabajo y unas condiciones que nos dan visibilidad más allá de esta situación», ha añadido.
UGT también ha lamentado la situación de escasez de piezas que impide producir, una «paradoja» que nunca en la historia se había producido, y ha expresado su esperanza en que se remonte cuanto antes y se pueda empezar a trabajar en los nuevos proyectos.
Ante el nuevo ERTE, el sindicato ha señalado que las consecuencias de no haber llegado a un acuerdo hubiera sido, al igual que en otras empresas ocurre, que los trabajadores quedan en «una absoluta situación de desprotección», con el cobro exclusivamente del 70% de la cotización, sin generar vacaciones ni pagas extras durante el periodo de regulación ni derecho a ninguna mejora (aportaciones a la mutua, anticipos, exclusiones del ERTE de colectivos sensibles, etcétera).
Por lo tanto, ha reivindicado el papel de la negociación colectiva y la necesidad de acuerdos en estas situaciones de crisis como la «única» forma de «proteger» a los trabajadores de Renault-España.
CGT Y TU EN CONTRA
Por su parte, los sindicatos CGT y Trabajadores Unidos (TU) no han firmado el acuerdo para el nuevo ERTE, en el primero de los casos después de la propuesta para que se aplicaran las medidas del Plan Social que están reflejadas en el convenio colectivo y que se solicitaron en la anterior reunión.
CGT ha recordado que los términos del acuerdo son los mismos que los del anterior ERTE, que ya CGT no aceptó al entender que los trabajadores no son los que tienen que pagar «las decisiones erróneas de las multinacionales».
Además de esta cuestión, CGT también se ha mostrado en contra por la negativa de la empresa a aplicar las medidas del Plan Social reflejadas en el Anexo IX del Convenio Colectivo para evitar el impacto que este ERTE pueda tener en la plantilla, «no dando otra opción a las trabajadoras y trabajadores que consumir su prestación por desempleo, sea cual sea su situación laboral».
El sindicato ha vuelto a criticar «las prisas que parecen tener algunos en este tipo de reuniones y la nula voluntad del resto de organizaciones a ejercer una mínima presión ante la multinacional», la cual, entiende CGT, ya sabe que tiene el ERTE aceptado por esos sindicatos antes de ni siquiera plantearlo. «Es de lamentar que siempre presentemos alternativas en solitario porque el resto acepta sin ningún reparo los planteamientos de la empresa», ha señalado.
En la misma línea contraria al acuerdo se ha expresado TU, que ha calificado de «absoluto atropello a la clase trabajadora» la situación en la que ha criticado la «mala gestión de la empresa» desde hace año y medio, la previsión de falta de semiconductores a la que apelan y la falta de soluciones, de forma que sólo encuentran «las de siempre y las más fáciles», que entienden que pasan por «poner a los trabajadores a los pies de los caballos» y haciendo pagar a todos lo que consideran un «claro paro técnico» en lugar de asumir responsabilidades.
Además, no ven justificada la respuesta respecto a su denuncia de la anterior reunión referida a la gran cantidad de prolongaciones de jornada y nuevas contrataciones, un total de 474, «en un momento que se está mandando al paro a miles de trabajadores por esta crisis laboral», algo que ven como una «incoherencia absoluta».