Con el precio del MWh por las nubes, en máximos históricos, el «tarifazo» de la luz mermando el bolsillo de los consumidores y los objetivos energéticos de la UE dibujando un panorama desalentador para los próximos años, entre las voces expertas del sector, la de Ángel Pérez Valero resuena con fuerza. El CEO de Universal Energía expresa con meridiana claridad su percepción sobre el cambio tarifario: “se ha hecho rápido, mal y en el peor momento”, afirma en declaraciones a MERCA2.
Y aunque en cada empresa o vivienda este nuevo sistema de tarificación eléctrica afecta de manera diferente, el experto se muestra especialmente crítico con el impacto sobre los pequeños negocios, porque “no es lo mismo un particular que una pyme y, lógicamente, no puedes hacer que cambien sus costumbres de vida y negocio”.
Lo que tanto particulares como empresas parecen tener claro es que están pagando más por la electricidad desde el 1 de junio, y Pérez Valero lo cuantifica: “junto a los precios de la energía que tenemos actualmente, el usuario ve incrementado su coste energético entre un 30% y un 40%”.
Y alerta de futuras sorpresas para el otoño que ya deberían estar sobre todas las mesas de negociaciones. “Como aviso a navegantes: para octubre se van a cambiar también las tarifas del gas, y como siempre, se harán debates y opiniones una vez esté en funcionamiento”, reprocha el CEO de Universal Energía.
Desde luego este verano se va a recordar por los precios desorbitados de la electricidad. Los españoles sudarán la gota gorda estos meses, primero por los esfuerzos para intentar salir de la crisis; después para cuadrar cuentas con el elevado gasto en electricidad y, por último, porque poner el aire acondicionado puede suponer la ruina de la economía familiar o de un negocio, por lo que no queda más remedio que pasar calor o combatirlo con ventilador.
El 21 de julio el precio del MWh (megavatio hora) en el mercado mayorista batía el récord con una cotización de 106,57€, y las previsiones auguran que seguirá al alza.
El CEO de la comercializadora especializada en empresas explica los condicionantes que determinan el elevado precio de la electricidad en España: “para saber el precio final al que cotizará la energía, el sistema de subasta está estructurado de tal manera que el último precio es el que se paga para todos los productores”.
“Primero cotizan las renovables, posteriormente las nucleares y, por último, los ciclos combinados (gas-carbón)”, entonces, cuando la demanda es elevada como es el caso en estos momentos, se tiene que “obtener energía de todas las fuentes, incluido ciclos combinados y, al ser la última, es la que marca el precio final”.
Y lo peor es que el actual sistema marginalista del mercado mayorista es el que se aplica en Europa, y no tiene visos de cambiar, por lo que el panorama resulta poco halagüeño a corto y medio plazo. España no es un país productor de gas por lo que hay que importarlo y “estamos expuestos a la cotización del gas en cada momento”.
“Además del precio del gas, a este se le penaliza por contaminar con unos derechos de emisión de CO2, un impuesto creado por los gobiernos de la UE con la idea de obligar a reducir las emisiones y fomentar las energías renovables”, comenta Pérez Valero, que ofrece también una solución basada en “un mix renovables-nuclear, que podría cubrir la demanda y sacar de la ecuación a los ciclos combinados”, por lo que “hay que incrementar las energías renovables”.
Pero, ¿de dónde viene el gas que importa España? Pese a sus diferentes procedencias, básicamente llega de Argelia, de donde nos mandan más de un tercio del gas que consumimos. Aunque también venden gas a España otros países como Estados Unidos, Nigeria, Rusia o Francia.
Los expertos piden medidas que alivien la situación, una reivindicación que se ha convertido en un clamor social pero, de momento el Gobierno se ha limitado a aprobar definitivamente en el Congreso de los Diputados la reducción del IVA a la electricidad del 21% al 10% hasta final de año.
Esta rebaja fiscal ya entró en vigor el pasado 26 de junio. Además, se va a suprimir temporalmente el impuesto de generación eléctrica del 7% durante el tercer trimestre de este año. Unas medidas a todas luces insuficientes, sobre todo teniendo en cuenta que la rebaja del IVA no afecta a la mayoría de autónomos o pymes.
ESPAÑA Y EL SOL QUE MENOS BRILLA
En el año 2020 se aceleró la producción de energía solar en España, incrementándose un 65% según REE hasta representar un 17,9%, pero está lejos de la producción de otras renovables, sobre todo de energía eólica (49,7%) y de la hidráulica (27,7%).
Pese al impulso que se está inyectando a las energías renovables, desde prácticamente todos los sectores, especialmente desde el Gobierno, los ciudadanos se preguntan cómo puede ser que España sea uno de los países en los que más brilla el sol de Europa (unas 3.000 horas de irradiación solar al año) y esté a la cola en el autoconsumo fotovoltaico, presentando una exigua tasa del 0,1 en instalaciones en hogares.
“Por desgracia vivimos en un país donde la burocracia hace que los proyectos se ralenticen mucho” y esto supone que “la implantación sea lenta”, afirma Pérez Valero que añade, “por suerte actualmente hay incentivos fiscales y, desde hace poco, se puede vender el excedente de energía a la red”, aunque las eléctricas lo pagan a muy bajo precio.
Países como Holanda o Alemania, con la mitad de horas de sol que España disponen de casi 80 veces más instalaciones fotovoltaicas residenciales. Está claro que los españoles se lo piensan mucho antes de realizar una inversión que normalmente tardarán en amortizar entre 5 y 10 años, y tal y como está la economía de los hogares en estos momentos, no es fácil animarse al cambio y tomar la decisión.
“Vivimos en un país ideal para ello, pero la legislación y estabilidad es prioritaria para que un particular haga esa inversión”, opina el directivo de Universal Energía, y añade que “en los próximos años habrá un incremento importante, ya que la gente está más concienciada” y, con los precios que tiene la energía actualmente y a medio plazo, el autoconsumo “supone una herramienta para reducir costes y hacer un consumo responsable”.