La fideuá no es sólo de Gandía ni de la Comunidad Valenciana… aunque de allí salen los mejores preparados. Y es que, a lo largo y ancho de la península, este delicioso plato se ha ido dando como una de las alternativas más especiales a los fideos de toda la vida, otorgando además un sabor propio que lo hace muy distintivo del resto de la cocina.
En esas, la fideuá compite con la paella para imponerse en las comidas de celebración. Este clásico de la gastronomía española se suele servir con un buen alioli casero que conseguirá potenciar aún más la grandeza de esta preparado. Existe una gran variedad de recetas de fideuá, casi tantas como casas que la cocinan. Pero, ¿cuál es su secreto? ¿Qué proporción de caldo y fideos es la justa? Lo descubrimos desde MERCA2.
1La fideuá, un modesto origen entre pescadores
Hay platos que por años que pasen y evolución en la cocina vivamos, jamás pasan de moda. Uno de los más característicos de los que podemos hablar es ciertamente la paella, pero también de su prima hermana, la fideuá. Sobre la segunda, cuenta la leyenda que la receta de la fideuá surgió en la cocina de un barco. Al parecer el patrón era muy aficionado al arroz, por lo que al resto de marineros nunca les llegaba su ración de arroz a banda. Cierto día el cocinero tratando de buscar una solución al problema decidió modificar la receta.
Intercambió el arroz por fideos, con el fin de que el patrón no encontrará tan apetitoso el plato y la comida llegara para todos los tripulantes del navío. Sin embargo, el invento gustó tanto que la receta se expandió por todos los restaurantes de los puertos en los que atracaban bajo el nombre de «fideuada». Y así nació este plato tan popular, con un modesto origen entre pescadores. ¿Sabes de qué trata?