Banco Santander ha lanzado un servicio de transferencias internacionales basada en tecnología blockchain. BBVA, por su parte, ha creado una compañía de ingeniería de software para acelerar la transformación tecnológica digital. Y la Asociación Fintech e Insurtech de España incrementa el número de asociados, llegando a la cifra de 123. Mientras tanto, ¿qué hacen las gestoras de fondos de inversión?
“La digitalización del sector de gestoras de fondos de inversión muestra un importante inmovilismo que deja a sus protagonistas de espaldas al avance de la economía digital en la sociedad española”. Esta es la principal conclusión del Barómetro de Digitalización de Gestoras de Fondos de Inversión llevado a cabo por la escuela de negocio digital ISDI en colaboración con Funds People y Carter Lane.
Solo un 20% de las gestoras de fondos de inversión permite a los usuarios la contratación online de sus productos
“El sector no ha interiorizado la importancia que tiene el canal digital a la hora de comunicarse y ofrecer operatividad a los usuarios”, destaca Jorge Villabona, director de Marketing de ISDI. De hecho, solo un 20% permite a los usuarios la contratación online de sus productos. Pero más sorprendente todavía es que el 69% tampoco tiene previsto desarrollar esta opción en el futuro.
MOMENTO DE CAMBIO EN LAS GESTORAS DE FONDOS
La entrada en vigor el pasado mes de enero de Mifid II está removiendo los cimientos del sector. Porque, ni más ni menos, está obligando a distribuir los fondos de inversión de manera mucho más transparente. Ahí el canal digital va a jugar un papel estelar.
Los grandes grupos internacionales han tomado buena nota, renovando sus modelos de negocio: lanzamiento de plataformas de venta directa, creación de asesores automatizados, uso de blockchain en la recopilación y difusión de datos, aplicación de herramientas de big data y marketing digital… Un carro al que se han subido algunas de las grandes gestoras españolas. Pero como dice el refrán, ni son todos los que están, ni están todos los que son.
Cierto que el 90% de las entidades dispone de una web propia y el 10% restante cuenta con presencia, en su caso, a través de la matriz. ¿Contenidos? Información corporativa, historia, equipo y sala de prensa. Algo más del 50% tiene un departamento de marketing pero sólo dos de cada cinco está especializado en digital.
¿Pero qué pasa con la contratación online? Ahí el pinchazo es significativo. Porque el sector ve el canal digital como una forma de compartir información con el usuario pero no aprovecha su potencial de conversión. Un ejemplo: casi dos de cada tres webs permiten contactar de forma directa con el departamento comercial, pero lo terrible es que sólo una de cada cinco permite gestionar de forma con el departamento comercial. También da pavor que el 69% no tenga previsto establecer en el futuro dicho canal de contacto.
“En España existe aún un margen de mejora muy elevado que afecta, sobre todo, a los bajos índices que muestran las firmas en la detección de necesidades y la intención de desarrollo de sus potenciables a corto plazo”, asegura Jorge Villabona.
Porque da la sensación de que están viviendo en una caverna tecnológica mientras que el uso de la misma para el digital onboarding o la captación digital de clientes que pueden contratar productos de inversión por internet utilizando reconocimiento fácil, por ejemplo, está a la orden del día.
Preocupante, si cabe todavía más, porque la industria de Instituciones de Inversión Colectiva (IIC) está viviendo sus máximos históricos. Según el Banco de España, el ahorro financiero de las familias españolas alcanzó su récord a finales de 2017, con 2,15 billones de euros. De esa cantidad, el 14,6% corresponde a las IIC. Además, y según Inverco, el patrimonio invertido en España en fondos de inversión y SICAV, en el mes de abril, superó los 460.000 millones de euros. Y las gestoras de fondos de brazos cruzados digitalmente.