domingo, 15 diciembre 2024

Así es el impuesto que crucificará las cuentas de la Iglesia

El órdago está puesto encima de la mesa. El nuevo Gobierno presidido por Pedro Sánchez quiere que la Iglesia Católica y el resto de religiones pase por caja por aquellos edificios que son de su propiedad pero que no se dedican al culto. Se trataría de que pagaran el tributo estrella de los ayuntamientos, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), por el que casi recaudaron 12.700 millones en 2016.

Templos y lugares de culto, dependencias o edificios cuyo destino sea la actividad pastoral o la asistencia religiosa, locales destinados a oficinas, casas, y conventos de órdenes y congregaciones religiosas tienen, en la actualidad, una exención total y permanente del tributo también conocido como contribución.

«La Iglesia no tiene ningún privilegio fiscal ni régimen fiscal único para ella sino que está sujeta a la Ley de Mecenazgo de 2002 que establece un régimen fiscal para fundaciones, asociaciones de utilidad públicas, ONGs al desarrollo, federaciones deportivas, o confesiones religiosas, que es donde está incluida la Iglesia Católica», señalan desde la Conferencia Episcopal.

Pero, ¿qué pasaría si se volatilizara dicha prerrogativa? Pues que el agujero a las cuentas de la Iglesia sería mayúsculo. Según el Ayuntamiento de Madrid, con datos de 2015, sus arcas no captaron alrededor de seis millones de euros por las más de 1.700 propiedades de las entidades religiosas, la mayoría de la Iglesia Católica.

La asignación tributaria que recibió la Iglesia por parte del Estado fue de 256,6 millones de euros en 2016

Solo una de cada tres propiedades de la misma está dedicada al culto. Por tanto, la Iglesia debería pagar unos cuatro millones de euros si saliera adelante la proposición del Gobierno. En Valencia, son 1.200 propiedades, y el porcentaje es de uno de cada cinco. Su consistorio ha aprobado empezar a cobrar el IBI de aquellos edificios que no sean centros de culto o de carácter social. Segovia, por ejemplo, también.

Durante 2016, la asignación tributaria que recibió la Iglesia por parte del Estado fue de 256,6 millones de euros (un 2,8% más que un año antes). La mayor parte, casi el 80%, fue destinado a las diócesis para su sostenimiento. El superávit fue de 19 millones de euros, que después de la ayuda a Trece Televisión (9 millones de euros), se quedó en 10 millones.

Si la propuesta del Gobierno saliera adelante, supondría la aparición de los números rojos. «La Conferencia Episcopal estará siempre a lo que dicte la ley. Pero no es una empresa y seguirá cumpliendo su misión con los medios de que disponga, como harán cada una de las diócesis españolas», indican.

LA IGLESIA Y SU CARTERA DE INMUEBLES

Casas parroquiales, abadías, colegios, hospitales, polideportivos… pero también pisos, plazas de garaje o locales comerciales. La cartera de inmuebles propiedad de la Iglesia abarca un abanico de lo más variado. Ellos dependen de las diócesis, que dan cuenta directamente a la Santa Sede, por lo que recopilar los datos es casi misión imposible.

«La Conferencia Episcopal no tiene el dato de los edificios que no son de culto, pues se trata de una institución colegial, de asamblea de obispos, no jerárquica. Cada diócesis es independiente, incluido en el tema económico», matizan. Tampoco han calculado cuántos millones de euros supondría tener que pagar el IBI.

A modo orientativo, la Conferencia Episcopal sí recoge en su memoria una serie de datos que pueden ilustrar. Por ejemplo, los centros escolares promovidos por órdenes y congregaciones religiosas, diócesis y otras instituciones eclesiales suman la cantidad de 2.591. De ellos, 2.449 son concertados, que suponen un ahorro al Estado de 2.559 millones de euros, según el Ministerio de Educación. Hablamos también de 16 universidades y 22 facultades eclesiásticas.

El impacto en la economía del patrimonio cultural de la Iglesia equivale a más del 3% del PIB de España

De los 44 bienes culturales españoles declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, la mitad están relacionados con la Iglesia, ya sea en forma de propiedad (como la catedral de Burgos), por el origen (Camino de Santiago), o por la presencia en el conjunto de numerosas iglesias o conventos (Ávila). Los Bienes de Interés Cultural también están exentos de IBI.

La Iglesia también dispone de 616 santuarios como el de Covadonga o la Basílica del Pilar. En total, el impacto en la economía del patrimonio cultural de la Iglesia equivale a más del 3% del PIB de España, según un estudio de KPMG. ¿En euros? 22.620 millones por patrimonio cultural propiamente dicho, más otros 9.800 millones por peregrinaciones, celebraciones de Semana Santa y fiestas populares de carácter religioso.

¿Más datos? 9.110 son los centros sociales y asistenciales de la Iglesia en 2016, lo que supone 3.773 más que en 2010. El número de hospitales es de 69; 54 ambulatorios o dispensarios; y 792 casas para ancianos, enfermos crónicos y personales con discapacidad. Es decir, 915 centros relacionados con la Sanidad.

Si nos centramos en Formación y Cultura, el total de la Iglesia suma 458 centros repartidos de la siguiente manera: 180 culturales y artísticos, 247 guarderías, 17 centros escolares diocesanos, y 14 centros para educación a la paz.

Por último, son más de 6.000 los centros repartidos por todo el país cuyo fin no es otro que el de mitigar la pobreza; 215 centros están dedicados a la atención de inmigrantes; 312 tienen como fin la orientación familiar; 330 atienden a niños y jóvenes en riesgo de exclusión; y 102 ayudan a mujeres con dificultades sociales o laborales.

El 3 de enero de 1979, la Santa Sede y el Reino de España firmaron un acuerdo (conocido como Concordato) mediante el que el Estado se comprometía a colaborar en el sostenimiento de la Iglesia católica. Así se establecía un sistema de asignación tributaria a la par que se le eximía de los impuestos de Sucesiones, Donaciones, Transmisiones Patrimoniales, Impuestos Reales o de Producto, del IRPF, Patrimonio e IBI.


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