Si tienes un negocio y trabajas en el ámbito digital seguro que conseguir leads se ha convertido en uno de tus grandes objetivos de cara al marketing. Porque gracias a ellos puedes establecer un contacto directo con posibles clientes y entablar una relación que podría acabar desembocando en una venta.
Aunque en un principio la “puerta fría” era algo habitual en el marketing digital (mandar emails a personas que nunca habían tenido ninguna relación con tu marca), esto está ahora expresamente prohibido por el RGPD o Reglamento General de Protección de Datos. Que, además, establece un buen número de obligaciones para quienes gestionan un fichero de datos. Y ojo con incumplirlas, porque las sanciones pueden llegar a ser millonarios.
1La importancia de los leads
Un lead es un contacto. En la era de la protección de datos implica que alguien de forma voluntaria y expresa te ha dado una vía de contacto para que puedas enviarle información sobre tus productos o servicios.
Conseguir una venta a la primera, especialmente a través de una web, es algo muy complicado. Necesitas establecer una relación con el cliente potencial para acabar convenciéndole de que tú eres su mejor opción a la hora de comprar un producto o servicio. Y para eso precisamente necesitas conseguir leads, para poder entablar esa relación.