Aunque la protección social de las autónomas que deciden ser madres ha mejorado en los últimos años, todavía queda mucho camino por recorrer en lo que a conciliación se refiere. De hecho, tanto las madres como los padres autónomos vienen exigiendo desde hace ya algún tiempo que desde el Gobierno se adopten medidas que les faciliten el cuidado de sus hijos.
Si la conciliación entre la vida privada y la profesional siempre es complicada, se vuelve mucho más difícil cuando se trata de alguien que está al frente de su propio negocio. Porque posiblemente no cuente con la ayuda de nadie que pueda hacerse cargo de sus responsabilidades profesionales durante el tiempo en que no está atendiendo su proyecto.
1Una situación complicada para las autónomas
La baja de maternidad y la de paternidad están disponibles para los autónomos en las mismas condiciones que para los trabajadores asalariados, pero la situación de las autónomas que van a ser madres es más compleja de la que enfrenta una trabajadora por cuenta ajena.
Si una profesional dada de alta en el RETA tiene que coger la baja durante el embarazo, y luego encadena este período sin trabajar con la baja con maternidad, al final se encuentra con que está muchos meses sin generar ingresos y sin atender a sus clientes, lo que puede llevarle a tener que cerrar el negocio.