«No hay dos planetas, cuidemos el que tenemos”. Esta es una máxima que ha calado hondo en la sociedad y en las empresas, que cada vez más incluyen la sostenibilidad como punto neurálgico de sus estrategias.
Esta cuestión pone en el foco a las compañías porque en muchos casos hay quien considera que es una mera táctica, que son fuegos de artificio. Sin embargo, las empresas que sí cumplen cuentan a su favor con su propia capacidad para demostrar su compromiso y con la ayuda de la regulación, que es decisiva en la tarea de transparencia sobre las actuaciones en este ámbito.
SOMBRAS
La sombra de la duda acompaña en muchas ocasiones a las empresas cuando se habla de sostenibilidad. Pagan justos por pecadores y a veces esa mancha permanece, lo cual es un obstáculo que a muchas compañías les cuesta superar. Para ello, no les queda otra que ser transparentes y demostrar que esos compromisos se cumplen.
Las leyes les ayudan en esta materia y esto es algo que hasta las propias empresas reconocen. Y es que la regulación relativa a sostenibilidad tanto europea como española ha acelerado la rendición de cuentas en cuestiones ambientales, social y de gobernanza (ASG) y ha impulsado las finanzas sostenibles.
La sostenibilidad, les ocupa y preocupa. A nadie se le escapa que ser una empresa sostenible y tener un negocio sostenible (en el sentido de viable en el tiempo y desde el punto de vista “verde”) ya no es un punto más dentro de una compañía sino que ha pasado a ser un must. De este modo, es una materia que pasa formar parte del plan director de muchas empresas.
CAMINO POR DELANTE
A las empresas españolas les queda mucho por hacer en este materia, tanto a las grandes como a las pymes y hasta a las microempresas pero hay datos que les acompañan para bien en relación con la importancia de la sostenibilidad y como se plasma.
Así, 16 de las 307 empresas seleccionadas por Dow Jones como las más sostenibles son españolas: ACS, BBVA, Santander, Bankinter, Caixabank, Ferrovial, Siemens Gamesa, Mapfre, Inditex, Amadeus, Indra Enagás, Endesa, Iberdrola, Naturgy y Red Eléctrica.
Esta importancia queda de manifiesto en el informe ‘Contribución de las empresas españolas a la estrategia de desarrollo sostenible 2030. Una consulta integral’.
AGENDA 2030
Este informe se lo encargó la Secretaría de Estado para la Agenda 2030 a la Red Española del Pacto Mundial, que entre los meses de septiembre y noviembre de 2020 hizo una consulta integral para que el sector privado pueda contribuir a esta estrategia (la Agenda 2030), que quiere ser inclusiva, participativa, multiactor y multinivel”.
Según este informe, el 69% de las empresas consultadas cree que implementar los ODS puede ayudarles a mejorar la reputación e imagen de su organización, el 61% a mejorar la gestión interna de la sostenibilidad y el 58% a fortalecer la relación con sus grupos de interés.
Las empresas españolas señalan múltiples beneficios en la Agenda 2030 y aunque sitúen en primer lugar beneficios intangibles, también un 48% de las empresas consultadas cree que el marco permite encontrar nuevas oportunidades de negocio, particularmente las empresas de sectores como el medioambiental (un 76%), el energético (64%) o el de medios de comunicación (61%).
CONCIENCIACIÓN
La concienciación existe más allá de que se vea que en la sostenibilidad se puede encontrar un buen camino de rentabilidad económica y de imagen para las compañías.
En este punto, el 56,66% de las empresas grandes, el 39,81% de las pymes y el 32,18% de los autónomos consideran que el primero resto que hay que abordar en los ODS es priorizar la lucha contra el cambio climático.
Hasta ahora lo que se ha visto es que las empresas están preocupadas por la sostenibilidad, que toman acciones para ser sostenibles por ejemplo emitiendo bonos verdes, solicitando préstamos verdes o formando a empleos en materia de sostenibilidad.
En este punto, destaca que BBVA ha formado a 75.000 empleados en materia de sostenibilidad en un año. “The Camp es la nueva propuesta de reskilling y upskilling» para los empleados de BBVA. «A través de un ecosistema formativo innovador, la plantilla del banco podrá reforzar, actualizar y profundizar sus conocimientos en aquellas capacidades identificadas como clave para impulsar la transformación y el futuro de la entidad”, indicó el banco.
BBVA, NATURGY Y REPSOL
Además a esta noticia se unen otras como el anuncio de Naturgy en relación con la firma de un crédito sindicado con 21 entidades por importe de 2.000 millones de euros y ligado a objetivos de sostenibilidad y el de Repsol, que “lanza su estrategia integral de financiación sostenible”.
La compañía que preside Antoni Brufau señaló que “Incluye plenamente esta nueva estrategia en la de financiación y da un paso fundamental para avanzar en su compromiso de ser una compañía cero emisiones netas en 2050”.
Estas tres empresas, BBVA, Naturgy y Respsol junto con otras muchas empresas españolas están haciendo un gran esfuerzo para comunicar en materia de sostenibilidad. Tratan de que esa información llegue y sus propuestas, que muchas veces son de negocio para los clientes, sean entendidas y calen.
El IMPERIO DE LA LEY
Hay muchas empresas a las que puede que les cueste un poco más (muchas aducen motivos económicos) imbuirse dentro del cambio de paradigma, pero la regulación acelera estos procesos. Aspectos como el Reglamento 2019/2088 del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de noviembre de 2019 sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros, que ha entrado en vigor el pasado 10 de marzo, la taxonomía verde, que identifica las actividades consideradas como ambientalmente sostenibles.
También es relevante el posible desarrollo de la taxonomía social que la Comisión Europea empezará a abordar a finales de 2021; la próxima renovación de la Directiva de gobierno corporativo o el sello Ecolabel, están influyendo en el cambio de paradigma de la gestión empresarial hacia criterios en los que priman más que nunca la gestión responsable, el impacto de las compañías en la sociedad y la inversión responsable.
EUROPA
En este contexto, el director de Políticas Horizontales de la Dirección General de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Unión de los Mercados de Capitales (DG Fisma) de la Comisión Europea, Marcel Haag, destacó en una jornada organizada por Spainsif el papel del regulador europeo, que “está desarrollando herramientas, marcos y sistemas para que el sector financiero pueda incorporar la sostenibilidad a su actividad junto con las expectativas de mercado”.
Como uno de los hitos más próximos en el tiempo, Haag mencionó la próxima publicación de la actualización de la la Directiva de Información No Financiera (NFRD, por sus siglas en inglés), que será “fundamental para el éxito de la agenda europea de finanzas.
TAXONOMÍA
En este punto, los expertos también destacan que el Reglamento (UE) 2019/2088, sobre divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros (conocido por sus siglas en inglés, SFDR) ha supuesto un cambio sustancial en el mundo de la inversión sostenible al que todavía se están adaptando las entidades bancarias y asesores financieros, pero que sin duda supone un punto de inflexión en la gestión de riesgos y promoción de los productos bajo el paraguas de las finanzas sostenibles.
Las empresas grandes que participaron en los workshops para el informe “Contribución de las empresas españolas a la estrategia de desarrollo sostenible 2030. Una consulta integral” coinciden en señalar que la Taxonomía de la Unión Europea puede ayudar a impulsar el ámbito de las finanzas sostenibles a nivel español y europeo y hacer que las empresas tomen acciones concretas en determinados ámbitos de los ODS para poder incluirlos dentro del marco.
IMPULSO
En este sentido, el 57% de las empresas del sector financiero cuenta con una estrategia en materia de finanzas sostenibles y en el estudio se señala que “uno de los ejercicios más importante que se está realizando en el ámbito de las finanzas sostenibles es el de taxonomía impulsado por la Comisión Europea en el contexto del Plan de Acción sobre Finanzas Sostenibles”.
Este ejercicio permitirá clasificar y clarificar qué actividades económicas pueden considerarse sostenibles, ayudando a inversores, empresas, emisores y promotores de proyectos a seleccionar bien sus actividades.
“La futura estrategia tendrá que considerar el impulso a las finanzas sostenibles en línea con los criterios de la Unión Europea y dar solución a otros retos, como el fomento de la transparencia entre las empresas a la hora de comunicar su información de carácter no financiero o la integración de las pymes empresas en el ámbito de las finanzas sostenibles”, indica.
SPAINSIF
En cuanto a la visión sobre que muchas empresas utilizan la sostenibilidad de manera meramente estética, el director general de Spainsif, Javier Garagoya, se adentra en esta cuestión en lo referido a los bonos verdes.
Garagoya señala que “como un riesgo singular, hemos de mencionar el Green washing, lavado de cara verde, donde priman los criterios de marketing e imagen, puramente cosméticos, algo que puede dañar al mercado de los bonos verdes”.
“La reacción ante esto ha impulsado a la Unión Europea a desarrollar el marco regulatorio europeo de las finanzas sostenibles, dentro del que se incluye la normativa sobre la taxonomía verde, los principios de los bonos verdes europeos y toda una batería de reglamentos que lo desarrollan, de forma que se refuerce la transparencia y la protección del inversor”, afirmó.