miércoles, 11 diciembre 2024

Italia se encamina hacia una emboscada de los movimientos populistas

Mimmo Mignano se empapó de gasolina y amenazó con prenderse fuego el miércoles después de que un tribunal confirmara la decisión de Fiat de despedirlo.

Entre los primeros en visitar al exobrero de la industria automotriz en la sala de emergencias se encontraba el ministro de Industria y líder del partido Cinco Estrellas, Luigi di Maio, pocas horas después de que la coalición populista de Italia fue confirmada por una votación en la Cámara baja. Di Maio dijo que se «catapultó» al hospital cerca de Nápoles tan pronto como se enteró del incidente cerca de la casa de su familia. Mignano fue despedido en 2014 después de colgar una efigie del presidente ejecutivo de Fiat, Sergio Marchionne, frente a una planta de Fiat durante una protesta laboral.

«Fue un grito de ayuda», dijo Di Maio a los periodistas después de su reunión. «Le dije que este es un fallo, pero eso no puede ser una excusa para nosotros, porque ahora hay mucha preocupación por los recortes de empleos en Fiat».

Aunque los inversores están cada vez más alarmados ante los planes de políticas del nuevo Gobierno, hasta ahora los ejecutivos proyectan un aire de calma. Apuestan a que la burocracia romana y la presión de los mercados frenen las intenciones más radicales de los populistas. La incursión nocturna de Di Maio es una señal de que pueden estar equivocados.

«El establishment empresarial está subestimando los riesgos que trae este Gobierno populista», dijo Carlo Alberto Carnevale Maffè, profesor de Estrategia de Negocios en la Universidad Bocconi de Milán. «Esta coalición quiere promulgar enormes cambios en muchos sectores comerciales. Y no tiene nada que perder».

Mandato de Cinco Estrellas

A pesar de la liquidación del mercado de renta fija que ha aumentado los rendimientos de los bonos italianos con vencimiento en 10 años al 3% por primera vez en cuatro años, la elite empresarial de Italia no estaba exactamente pegada a las pantallas de televisión cuando el profesor convertido en primer ministro Giuseppe Conte expuso su plan para burlar reglas presupuestarias de la Unión Europea.

Al menos un presidente ejecutivo de primera línea y un alto funcionario del banco central figuraban entre los representantes del establishment que no se molestaron en seguir el discurso del primer ministro en el Senado.

El Movimiento Cinco Estrellas, contrario al establishment, y la Liga, que es nacionalista, han atacado a ejecutivos que enfrentan investigaciones legales, han cuestionado inversiones en infraestructura de miles de millones de euros en líneas ferroviarias de alta velocidad y gasoductos y planean acelerar el cambio de las centrales eléctricas que emiten carbono a otras más favorables al medio ambiente. Dicen que el resultado electoral les da un mandato para obligar a las empresas a sentarse a negociar si se niegan a cooperar.

«Cinco Estrellas por sí solo obtuvo 11 millones de votos, por lo que las grandes empresas y los bancos importantes tendrán que tratar con nosotros», dijo una de las principales legisladoras de Cinco Estrellas, Carla Ruocco, y agregó que su partido entró en contacto con compañías en las industrias energética y aeroespacial antes de la elección.

Chiara Albanese y John Follain para Bloomberg


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