BBVA ha pactado con las centrales sindicales un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que al final afectará a menos de 3.000 empleados, pero la apuesta digital de la entidad y la situación que vive el sector hacen inevitable pensar si la entidad que preside Carlos Torres Vila tendrá que recurrir de nuevo a una figura que tiene mala fama: el Expediente de Regulación de Empleo.
BBVA contaba al cierre del primer trimestre de este año con 28.777 empleados. No se sabe aún con cuántos trabajadores cerrará el segundo, habrá que esperar a que termine junio, pero lo que sí se concoce es que 2.725 empleados van a dejar el banco en el marco del primer ERE que vive BBVA.
Falta por ver el periodo temporal en que estas salidas se producen y también hay que estar atento al cierre de oficinas que vaya a producirse, señala a MERCA2 una persona vinculada durante décadas al sindicalismo en el sector financiero español y buen conocedor de los entresijos de BBVA.
Otra pata fundamental del ERE es el coste para el banco y en qué trimestre anotarán este gasto, un punto importante de cara a las cuentas de la entidad financiera.
En este sentido, en un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el banco señaló que «se estima que el coste del proceso será de 960 millones de euros antes de impuestos, de los que 720 corresponden al despido colectivo y 240 millones al cierre de 480 oficinas». «Dicho coste será registrado durante el segundo trimestre de 2021 y se estima que tendrá un impacto negativo en el ratio Common Equity Tier I (fully-loaded) de aproximadamente 28 puntos básicos», dijeron en BBVA.
MIRADAS
Lo escrito anteriormente es la mirada corta. Una mirada a más plazo hace pensar en qué idea tendrá BBVA para su negocio en España, que hasta marzo aportó 381 millones de euros netos a los beneficios del banco.
El primer punto es si con este ERE la viabilidad de BBVA está asegurada. En su día el número uno de la entidad, Carlos Torres Vila justificó la regulación de empleo porque era una medida “necesaria” para garantizar la viabilidad futura de la entidad.
Los argumentos esgrimidos por Torres Vila para defender el ERE fueron que el sector bancario se encuentra en un proceso de transformación derivado de la competencia, los tipos de interés negativos, la entrada de nuevos actores del mundo digital o los nuevos hábitos de los clientes.
El tema es que esos mismos argumentos pueden ser válidos en los próximos años porque esas circunstancias van a seguir los próximos ejercicios. La dificultad está en conseguir más ingresos y por tanto no les queda otra que ajustar por el lado de los costes.
BBVA los mantuvo a raya en el primer trimestre, donde cayeron un 3,5%. También mejoro en cuanto a la ratio de eficiencia y en las ratios de rentabilidad. La primera se situó en el 44,7% frente al 45,1 de diciembre de 2020, si bien el dato fue mucho peor que en marzo de 2020, cuando esta ratio alcanzó el 42,7%.
En rentabilidad el ROE lo dejaron en marzo de 2021 en el 9,3% y el ROTE en el 9,8%, unos datos mucho mejores que los de diciembre del año pasado (6,1,% de ROE y 6,5% de ROTE, respectivamente) y marzo de 2020 (3,6% y 3,8%, respectivamente). Los datos de rentabilidad del primer trimestre se acercan a lo que esperan los inversores.
PARADOJA
Se da la paradoja de que aunque se cumplan las metas del banco, eso no podrá evitar que la digitalización marque el paso, lo cual es buena noticia para el banco y en muchos casos para los clientes y a su vez es una mala noticia para los usuarios frecuentes de las sucursales y los empleados de las mismas.
Un cliente digital es mucho más barato y rentable y, ante eso, las oficinas tradicionales no pueden hacer nada, salvo ser un centro de asesoramiento. Eso creen las entidades financieras en general.
Es mucho más barato conseguir un cliente por canales digitales y por ende pueden ser mucho más rentables. Si encima esos mismos clientes adquieren la mayoría de sus productos online, la situación para la oficina física se complica más aún. Las oficinas físicas suponen mucho más gasto a la hora de captar un cliente que el coste que tiene por la vía digital.
En este campo, las cifras marcan la pauta. La captación de clientes por canales digitales en el grupos BBVA pasó de conseguir el 3,5% de los clientes de retail por vía digital en 2016 a que fuera el 33,3% en 2020.
BBVA ha destacado que el 70% de sus clientes en España ya son digitales y que las ventas digitales se sitúan ya en el 58% de todas las ventas realizadas en España hasta el pasado mes de marzo.
PANDEMIA
La pandemia ha impulsado la digitalización de clientes no familiarizados hasta ahora con el uso de estos canales. Todo esto, unido a que la app de BBVA (Android e iPhone) es la más utilizada en España de entre todas las aplicaciones bancarias según un informe de Smartme Analytics, sitúa a BBVA como líder de banca digital en España, con una cuota de mercado del 22,2%.
A todo esto, hay que sumar los cientos de miles de personas que no utilizaban las vías digitales y ya la usan.
Cuanta más gente sea digital y recurra poco a las oficinas, menos necesarias van a ser las mismas. Y si sobran oficinas, sobran empleados. Este es el pensamiento de la mayoría de las entidades financieras españolas.
LOS NÚMEROS
La visión del banco encuentra acomodo gracias a los números. Y es que, con datos de noviembre del año pasado, el número de clientes activos de la entidad ha pasado de 47,5 millones a los más de 56 millones con los que cuenta en la actualidad. «Este crecimiento ha sido posible, en gran medida, por el empuje de su cartera de clientes digitales, que se ha más que duplicado a lo largo de ese mismo periodo de tiempo, para situarse en los 35,6 millones de clientes (a septiembre de 2020), frente a los 15,3 millones de 2015″, dijeron en el banco.
En noviembre pasado tenían 32,8 millones de clientes móviles. La cifra de clientes móviles se ha triplicado en los últimos cuatro años. Esto implica que menos de un 10% de usuarios del banco accede al banco exclusivamente a través de medios no móviles. Es decir, cada vez hay menos clientes que usen solo la sucursal, por ejemplo.
En detalle, BBVA captó 275.000 nuevos clientes en España a través de canales digitales, tanto web como móvil, entre enero y noviembre de 2020, frente a los 135.000 que logró en 2019, lo que supone un incremento del 103%. Con este aumento, la entidad suma 700.000 clientes captados digitalmente desde 2015.
FUSIÓN O NO
Salvo catástrofe, no parece probable que BBVA vaya a acometer un ERE de la magnitud del que acaban de firmar. Eso no quiere decir que no tenga que recurrir a esta figura, sobre todo si se ve inmerso en alguna operación de concentración.
En este punto, el candidato al que apuntan los analistas es de nuevo Sabadell. BBVA tiene mucha presencia en Cataluña después de las operaciones por las se quedó Unnim y Catalunya Banc. En esta comunidad autónoma podría haber muchas duplicidades y ello conllevaría cierre de oficinas y salidas de trabajadores.
En caso de una fusión de BBVA con otra entidad, lo normal es que las salidas se hicieran mediante un Expediente de Regulación de Empleo. Habrá que esperar.