La pandemia ha supuesto un cambio en los hábitos alimenticios en la población. La gente comenzó a modificar su alimentación y a poner un mayor cuidado en la elección de los productos en los supermercados. Este movimiento se une a que cada vez más jóvenes deciden reducir el consumo de carne y crecen los regímenes alimenticio como el vegetarianismo y el veganismo.
Estos cambios han supuesto un auge de las empresas de carne vegetal. Los grandes gigantes alimenticios han visto una oportunidad de negocio y muchas de ellas han creado filiales para poder comercializar estos productos. Nestlé, en 2019, lanzó Awesome Burger, hecha de vegetales, trigo y soja. Por su parte, Kellogg’s lanzó una filial llamada MorningStar Farms, con la que vende productos vegetarianos.
En España, la empresa más importante dedicada a la carne vegetal es Heura. Hace solo una semana realizaron un equity crowdfunding (participación en el capital de la empresa con un retorno a través de beneficios, rentas, acciones o participaciones de la firma) y en tan solo 24 horas consiguieron recaudar el importe que se habían marcado, cuatro millones. “Pusimos desde tickets muy bajos hasta cantidades más altas para que todos pudieran participar”, cuenta Bernat Añaños, co fundador de Heura y Director de Movimiento Social.
Algunas de las figuras que forman parte de su capital son los futbolistas Saúl Ñíguez, Cesc Fábregas, Borja Iglesias, Sergi Roberto y Chris Smalling. Además, también forman parte de su accionariado los principales inversores ‘foodtech‘ como New Crop Capital, Green Monday, Kale United y Tech Transfer Agrifood así como algunos inversores privados como el cofundador y consejero delegado de Glovo, Oscar Pierre.
“Hay algo en común entre los fondos de capital, los futbolistas y los inversores privados: una visión clara de querer colaborar, cada uno a su forma”, explica el co fundador de Heura. El año pasado cerraron con unos ingresos de 8 millones de euros y esperan triplicar este valor.
EL CONSUMO DE CARNE LLEVA AÑOS A LA BAJA
Frente al aumento de la demanda de las carnes vegetales, la industria cárnica tradicional está viviendo momentos de incertidumbre. Aunque las carnes vegetales no se pueden regir por los valores de la industria cárnica, la diferencia es llamativa.
Según el “Barómetro de la industria cárnica española” realizado por la Asociación Nacional de la Industria de la Carne en España y Cajamar, un 65,7% de las empresas redujo sus ventas durante la primera mitad de 2020. Sin embargo, tal y como explica Ignacio Pons, adjunto a dirección de Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas, “la situación, a nivel consumo, es que llevamos años con tendencia a la baja. Las expectativas es que sigan bajando”.
Para Bernat Añaños, este cambio en el consumo no debe ser ignorado. “Los consumidores deciden. Ahora piden ofertas más sostenibles, más saludables. Las empresas vegetales empiezan a ganar terreno entre empresas que antes no tenían rival. Si encuentras un producto más sostenible y saludable con la misma calidad de sabor, el cliente lo elegirá”.
Desde FECIC, consideran que esta tendencia a la baja se debe, en parte, a las campañas contra los productos cárnicos, además de que cada vez más personas, ya sea por motivos religiosos o sociales, deciden no consumir carne. Por otro lado, mantienen una batalla por el uso de denominaciones de origen cárnica. “El Parlamento Europeo dictaminó que no era necesario proteger la denominación de origen cárnica ya que en el etiquetado está marcado. En España tenemos una normativa de calidad que prohíbe que se denominen carne. Sin embargo, una empresa extranjera sí puede marcarlo como carne y se vende aquí. Estamos en competencia desleal”, añade Pons.
Para Bernat Añaños, esto no tiene ningún sentido. “Los idiomas son poderosos y deben evolucionar y estar al servicio de la gente. Los consumidores lo van a seguir diciendo. De todas formas, ganamos la batalla y le podemos llamar burger. Al final el nombre quedará en los papeles, si utilizar una palabra hace que la gente dé el paso, qué más da. Debemos incentivarlo”.
Las empresas cárnicas que menos están sufriendo esta crisis en el sector son las exportadoras. A finales del año pasado, las exportaciones ya se encontraban en valores similares a los de 2019. Esto es importante ya que la carne es el principal sector exportador.