viernes, 13 diciembre 2024

Pedro Sánchez tiene un marrón renovable y energético

Puede resultar contradictorio, pero el nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya ha hecho lo fácil: llegar a Moncloa. Su verdadera cruz empezará ahora. Sobre todo porque tiene una herencia recibida en muchos sectores económicos que no será sencilla sacarla adelante. En materia energética, por ejemplo, el asunto renovable deberá estar en un lugar predominante en su agenda. Mientras, debe aprobar diversas leyes con demasiados ojos encima.

Ese marrón, realmente, recaerá sobre el fututo ministro o ministra de Energía. El sustituto de Álvaro Nadal no lo tendrá sencillo. Ha dejado un reguero de malas caras entre empresas y los principales actores del sector energético, que será difícil contectar.

De hecho, uno de los primeros en ponerle deberes al nuevo presidente ha sido la Fundación Renovables. La principal labor del nuevo Ejecutivo, estiman, será avanzar hacia el cambio de modelo energético en el que las energías renovables y la eficiencia deben tener el papel protagonista.

Desde la organización recuerdan que actualmente padecemos un 83% de dependencia exterior de la demanda final energética; y que, además, registramos un aumento del 20% de las toneladas métricas equivalentes de dióxido de carbono (MtCO2) entre 1990 y 2015, y hemos sufrido un parón en la instalación de potencia renovable entre 2013 y 2018, fruto de la nula apuesta de los anteriores Gobiernos por estas tecnologías.

PEDRO, TOMA NOTA

Desde la Fundación Renovables consideran que sería imprescindible que España se sume a la senda de los Estados miembros que están liderando la Transición Energética en la Unión Europea. Los diferentes informes de solventes organizaciones internacionales demuestran que una mayor penetración de renovables es posible a la hora de defender un objetivo más ambicioso de eficiencia, renovables y reducción de emisiones en los trílogos que están teniendo lugar en Bruselas.

Aunque una de las cuestiones más importantes, y “prioritaria”, es que no se retrase más la aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Aseguran desde la organización que debemos acometer con urgencia una reforma real del sistema eléctrico que permita reducir el coste de la electricidad, eliminando y modificando las distintas partidas que lo forman con racionalidad y transparencia.

Otro punto polémico, aunque no relevante a nivel de uso masivo, tiene que ver con la derogación del Real Decreto 900/2015 sobre autoconsumo y simplificación de los procedimientos administrativos, así como el fomento de la incorporación de baterías y, especialmente, el desarrollo del autoconsumo compartido.

Y esto es solo el principio. Sánchez y su ministro de Energía deben abordar el proceso de descarbonización en España. Eso conlleva negociar con las energéticas privadas la famosa petición de cierre de las centrales térmicas de carbón. Asimismo, hay en juego miles de millones con las nucleares y las renovaciones de licencias de apertura. Muchos en juego para un Gobierno que nace con la inestabilidad como bandera.


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