La entrada de MásMóvil en la liga de los grandes operadores de telefonía no ha dejado indiferente a nadie. Las compañías tradicionales han visto en los amarillos un nuevo rival que, aunque pequeño, está lanzando mensajes muy potentes. Los dos principales: chorrear a los usuarios con datos móviles; y que la televisión no sea una obligación.
Estas dos líneas de actuación podrían tomarse, simplemente, como la estrategia comercial de alguien que quiere hacerse notar. De hecho, en eso le va parte de su negocio a MásMóvil en estos momentos. Necesita un rápido reconocimiento de marca para captar clientes. Pero en el camino está conectando con los usuarios. O quizá ha hecho la escucha activa que los demás operadores no pueden permitirse.
Y es que según un reciente estudio de Rastreator.com, el 80% de los usuarios quieren una tarifa plana en su móvil. Se trata de algo revelador puesto que la competencia de MásMóvil siempre había dicho que los clientes no necesitan tantos datos. Aunque quizá sea cierto. Una cosa es que demanden tener uso infinito de megas para navegar por internet, y otra situación es que finalmente lo gasten.
Sea como sea, MásMóvil, a través de su marca Yoigo, lanzó hace unos meses la primera tarifa plana por completo en el móvil. Bien es cierto que debe contratarse de manera conjunta a servicios fijos de fibra, pero ese es el inicio. De todas maneras, fuentes del sector apuntan a que la promoción no estaría teniendo una gran acogida y que el volumen de nuevas altas en esta tarifa no está siendo algo extraordinario.
Lo importante para la compañía presidida por Meinrad Spenger es que están introduciendo en el mercado nuevos conceptos. Además, están provocando la reacción de los grandes operadores, algo que también saca una sonrisa dentro del “cuarto operador”.
MÁSMÓVIL, TAMPOCO TELEVISIÓN
Hay otro punto donde MásMóvil también ha sabido conectar con una gran parte de los usuarios. En el mismo estudio de Rastreator.com sobre ahorro y consumo, señalan que el 70,6% de los españoles coincide en que les gustaría diseñar su propio servicio de televisión y su precio, teniendo en consideración sus intereses audiovisuales concretos.
Es decir, reafirman las declaraciones de Spenger cuando insiste –una y otra vez- en que ellos quieren mantenerse ajenos a las peleas de derechos audiovisuales porque consideran que cada usuario debe contratar las plataformas que quiera sin que todo vaya paquetizado.
Ahora bien, todo esto contrasta con la realidad. ¿Hasta cuándo durará esta sintonía con los usuarios? ¿Podrá eternamente MásMóvil llevar su estrategia sin ser reactivo ante las acciones de los demás operadores? Por ahora está en fase de crecimiento y de llamar la atención. Pero llegado el momento tendrá que echar un ojo a los costes y, sobre todo, a rentabilizar los clientes con facturas más altas. Y todo eso pasa por paquetizar los servicios.