«Nunca había visto a toda la plantilla tan unida», explican fuentes cercanas a Orange. Y es que el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por la firma francesa para su filial española para hasta 485 trabajadores ha logrado lo impensable: unir a todos los empleados y sindicatos. Una alianza que, por ejemplo, no se produjo ni siquiera durante la última negociación del convenio colectivo y que apunta a una figura en especial, al nuevo consejero delegado, Jean-François Fallacher.
Aunque la realidad es que el enfado de la plantilla, que va en aumento, no es tanto por las salidas, sino por las formas y las condiciones. De hecho, la respuesta unánime de todos los representantes sindicales de la firma naranja coinciden en que la situación es «lamentables». Por su parte, en cuanto a las prestaciones ofrecidas alguno de ellos va más allá y señala que son «las peores de la historia del sector».
La historia del ERE en Orange arranca desde hace mucho tiempo. La idea de la firma, según cuentas fuentes cercanas, es que se debería haber ejecutado el pasado año. Así, la operadora tenía que hacer frente a un entorno muy competitivo que limitaba los ingresos y unos costes disparados, lo que le costó el puesto al anterior director financiero de la filial. La única salida posible era recortar la plantilla y buscar nuevas sinergias. Además, con el movimiento también aprovechaba la salida del anterior consejero delegado, Laurent Pallaissot, y no se quemaba la figura de su sucesor.
A pesar de ello, la firma siempre se ha mantenido de perfil. A los representantes de los trabajadores no solo no se les explicó nada, sino que siempre se ha negado. Incluso recientemente, cuando ya estaba encima de la mesa. De hecho, se le ha preguntado repetidamente sobre ello a Fallacher sin respuesta alguna.
ORANGE OFRECE LAS PEORES CONDICIONES DEL SECTOR
Un ejemplo de lo anterior fue lo sucedido el pasado mes de febrero durante la rueda de prensa de los resultados anuales de la firma. Así, los periodistas llegaron a preguntar hasta en tres ocasiones acerca de si la compañía estaba estudiando acometer un ajuste de plantilla, pero Fallacher simplemente indicó que solo podía hablar de lo bien que había desempeñado su labor la plantilla durante el covid y les felicitó por estar a la altura de las circunstancias.
Unas palabras que no han sentado tampoco excesivamente bien, sobre todo, porque la recompensa a dicha labor ha sido la de ejecutar finalmente el ERE. Además, con salidas forzosas y unas condiciones excesivamente rácanas. De hecho, el primer borrador que han recibido los representantes de los trabajadores trae aparejado salidas con indemnizaciones de 20 días por año y con un máximo de 12 mensualidades, según explican.
«No esperábamos unas condiciones tan malas», se queja amargamente uno de ellos. Más si cabe, cuando años atrás Vodafone resolvió el suyo con una de cada dos salidas de forma voluntaria y con 55 días por año trabajado con un máximo de 33 meses. Además, lo hizo a pesar de presentar pérdidas y en el caso de Orange los beneficios han ascendido a más de 1.400 millones.
LA PLANTILLA SUMIDA EN UNA CONSTANTE INCERTIDUMBRE
Al final, todos los elementos juntos han terminado por generar una fuerte desconfianza entre la plantilla y el equipo directivo. Una incertidumbre, además, que va en aumento a medida que se van conociendo más detalles acerca de los planes futuros de Orange en España. Uno de ellos, es la posible fusión de su red móvil con Vodafone. Según avanzó Expansion, las dos compañías están estudiando la posibilidad de unir fuerzas, lo que incluiría la creación de una filial al 50% agrupando a los empleados que trabajan en ellas.
La decisión, de cumplirse finalmente, tiene un componente importante en forma de una futura reducción de personal, según explican fuentes del sector. De hecho, esas mismas fuentes precisan que el plan traería recortes de plantilla de forma “inevitable”. Aun así, lo primero será ejecutar el anunciado el pasado 14 de mayo. Este mismo martes 1 de junio arrancan las negociaciones que se prevén intensas. Los sindicatos se han unido para exigir mejoras a la compañía que van desde que las salidas se puedan hacer de forma voluntaria hasta mejorar las condiciones hasta equipararlas a los firmados en anteriores ocasiones en el sector.