El presidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno, ha denunciado ante la Policía Nacional la localización de un micrófono en su domicilio particular. Además, técnicos ajenos a la seguridad de El Corte Inglés encontraron múltiples dispositivos en su despacho oficial en la sede de la compañía. El espionaje a Gimeno tiene lugar en plena guerra de accionistas, una batalla en la que las hermanas Álvarez Guil, hijastras de Isidoro Álvarez, quieren arrebatar la presidencia de la gran compañía a su primo para ocuparla una de ellas.
Gimeno localizó en su casa un primer micrófono hace dos semanas, en plena escala de informaciones en su contra. El presidente de los grandes almacenes recurrió a una agencia británica especializada en contramedidas de espionaje cuando se dio cuenta de que conversaciones suyas textuales las estaban reproduciendo sus enemigos internos con objeto de dañarle. Los expertos localizaron el dispositivo de escucha, que estaba disimulado en una toma eléctrica, en la estancia que Gimeno usa en su casa como despacho.
El presidente de El Corte Inglés ha denunciado los hechos ante la Policía Nacional, que ha nombrado una comisión específica para investigarlos. Las pesquisas corren a cargo de la Brigada Central de Información, dada la gravedad de la denuncia, y ésta ha recurrido al grupo de Servicios Especiales –expertos en escuchas y dispositivos electrónicos de espionaje– de la Policía Nacional.
Gimeno llevó a los especialistas también a su despacho oficial en la sede social de El Corte Inglés, en la calle Hermosilla de Madrid. Quiso escenificar ante el poderoso servicio de seguridad de El Corte Inglés la situación de espionaje que viene sufriendo. Por ello informó a Catalina Polán, que ocupa oficialmente el cargo de Jefe de Seguridad, que iba a rastrear micrófonos en su despacho. La ejecutiva negó a su presidente cualquier permiso para hacerlo. Su negativa rotunda fue por escrito en varias ocasiones y llegó a insinuar, ante la indignación del presidente de la compañía, que estos técnicos externos podrían aprovechar su entrada en las oficinas para a su vez colocar micrófonos.
Dimas Gimeno decidió forzar la situación y así exteriorizar su descontento, de manera que invitó a los técnicos a su despacho. Según fuentes presentes, los aparatos de los técnicos británicos detectaron multitud de dispositivos. Sin embargo, no pudieron hacer un chequeo completo ni un informe, porque, según explican testigos de sede de Hermosilla, el despacho del presidente fue “tomado al asalto” por los servicios de seguridad que dirige Catalina Polán.
EL PODEROSO SERVICIO DE SEGURIDAD DE EL CORTE INGLÉS
El Corte Inglés siempre ha tenido un poderoso servicio de seguridad, a manos del ex inspector de Policía Juan Carlos Fernández Cernuda. Éste se ha apoyado y contratado a un socio suyo y antiguo compañero en la Policía, el prestigioso ex comisario Joaquín Domingo Martorell. Ambos están relacionados por la empresa de seguridad Mega2, propiedad de Martorell y la madre de Cernuda. Mega2 se encargaba, por ejemplo, de la seguridad de la vivienda de Dimas Gimeno y de la de varios altos directivos de El Corte Inglés, que cuentan con coches oficiales y escoltas pagados por el servicio de seguridad de El Corte Inglés.
Actualmente al cargo del Departamento de Seguridad de El Corte Inglés está en manos de una discípula de Fernández Cernuda, la ex inspectora de Policía Catalina Polán. Esta antigua policía y Fernández Cernuda han tenido una estrecha colaboración desde hace unos años, que ha llevado a Catalina Polán a sustituir a su mentor al frente del Departamento, con la anuencia de su antiguo jefe. Fernández Cernuda actualmente es el responsable de Protección de Datos en la compañía, pero sigue siendo el gran patrón de la seguridad en El Corte Inglés.
Polán no es una policía con una larga historia en el cuerpo, ni goza de gran prestigio en el mismo. De su historial destaca la ausencia de experiencia tanto en trabajos “de campo” como en asuntos de investigación. Su ascenso en cambio en El Corte Inglés ha sido meteórico. Y su respaldo por la cúpula operativa de la compañía tan claro como para permitirse negar al presidente de la misma actuar libremente en su propio despacho o hacer un barrido de micrófonos.
UN DISPOSITIVO DE RADIOFRECUENCIA
La empresa contratada por Dimas Gimeno para localizar micrófonos ocultos es la agencia británica Valkyrie. Se trata de una prestigiosa compañía creada por ex miembros del Ejército británico –paracaidistas y encuadrados en el SAS–, especializada en seguridad privada y medidas y contramedidas electrónicas.
El micrófono encontrado es un dispositivo que funciona por radiofrecuencia, no excesivamente sofisticado, pero bien disimulado por medio de un taladro en el interior de un enchufe eléctrico. Este tipo de aparatos no pueden transmitir a excesiva distancia, lo que exige la presencia de un dispositivo camuflado –generalmente en una furgoneta– no lejos del lugar de la escucha.
Dos técnicos de Valkyrie se desplazaron ex profeso a Madrid para comprobar la seguridad del hogar de Dimas Gimeno y hacer barridos de micrófonos y otros dispositivos de vigilancia electrónica. Adicionalmente, Gimeno cuenta con los servicios de la prestigiosa empresa de investigación Kroll, precisamente para controlar seguimientos indeseados y otras formas de controlar su privacidad.
DENUNCIA EN COMISARÍA
Gimeno, junto a un técnico de Valkyrie presentó denuncia ante la Policía Nacional en una comisaría de la periferia de Madrid. Aportó el informe técnico de la empresa británica de seguridad y el dispositivo. Ante la gravedad del asunto, inmediatamente la Brigada de Información se hizo cargo de las investigaciones, que comenzaron con la toma de pruebas y el estudio del micrófono.
Históricamente la empresa de seguridad de El Corte Inglés ha tenido el detallazo de instalar el sistema de alarma en el hogar de algunos de sus altos directivos. Desde MERCA2 les aconsejamos abrir la tapa de plástico blanco de los sensores de los mismos, ya que en algunos casos se ha detectado que venían «demasiado equipadas».
El espionaje y las escuchas clandestinas a Dimas Gimeno tienen lugar cuando más crudo es el enfrentamiento de las hermanas Álvarez Guil contra su primo. Gimeno fue nombrado presidente siguiendo los designios de Isidoro Álvarez, padrastro de Marta y Cristina Álvarez. Una decisión que ellas quieren revocar.
En este sentido es clave el papel de consejeros independientes como Manuel Pizarro, o la postura del jeque Al Thani, o el de empleados de la vieja guardia como Florencio Lasaga –presidente de la Fundación Ramón Areces, tenedora de acciones del El Corte Inglés, o Carlos Martínez Echevarría.
Éstos han sido claves en el último Consejo de Administración, cambiando sorprendentemente de postura y apoyando a su presidente, cuando todo parecía ir en contra de Dimas Gimeno.
MERCA2 ha tenido conocimiento de escuchas a otros directivos de El Corte Inglés, así como grabaciones a la práctica totalidad de los miembros del consejo de administración. Especialmente significativas a los consejeros independientes y los enfrentados a las hermanas Álvarez Guil.
Cuando se conozcan todos los detalles el escándalo será mayúsculo y posiblemente la fiscalía deba entrar de oficio en este asunto.