Javier de Oca aún conserva la servilleta con las ideas para la fundación de Iomed, una tecnológica con sede el hospital Sant Pau de Barcelona. Antes de aventurarse en este mundo era director de ventas en una compañía.
La historia de Iomed se inicia con la ardua tarea de Gabriel de Maeztu, médico de profesión y uno de los socios cofundadores de la firma. Estuvo picando datos durante días para poder presentar al hospital en el que trabajaba a un ensayo clínico. Esta labor tediosa le llevó muchas horas y jornadas maratonianas. Su compañero de piso, Javier de Oca, le escuchó y entre ambos se pusieron manos a la obra para encontrar una solución que le llevara menos tiempo al hospital, y por ende más eficiente. Pero fueron más allá de la mera automatización de datos.
Iomed es una empresa que ayuda a los hospitales a reutilizar su información clínica, transformando historias clínicas almacenadas en formato texto en bases de datos estructuradas, especialmente aptas para la investigación clínica, aunque también para otros usos y servicios.
UNA RECOPILACIÓN DE DATOS NO HOMOGÉNEA
Visualice lector una hoja de Excel con datos de edades de pacientes. Por ejemplo, en la línea 1, aparece el nombre ficticio de Quique y en la columna adyacente se lee «nacido en 1959«. El siguiente renglón se encuentra Patricia, cuya fecha de nacimiento es el «9 de diciembre de 1970«; y en un tercero, Pepita, «de 42 años«. Siguiendo el ejemplo, si cualquiera se pusiera a calcular el promedio de las edades de estos pacientes no podría hacerlo. El programa daría como respuesta un error.
De esta forma tan arcaica recopilan los hospitales de España y de Europa los datos de sus respectivos pacientes. Un caos en bruto que esta firma del Health Hub del mencionado hospital se encarga de poner en orden, aunque no sólo. «Esto es lo que ocurre con los datos no estructurados», afirma Javier de Oca, CEO de IOMED, a preguntas de MERCA2.
200 MILLONES DE HISTORIAS CLÍNICAS SE RECOPILAN CADA AÑO
«Esto es lo que ocurre con las historias clínicas de los pacientes», ha asegurado. Y es así como un facultativo recoge los datos de los pacientes al llegar al hospital. En ventanilla, el personal recoge los datos dados por el propio paciente -dolores, medicación administrada, sus posibles efectos…-, pero sin orden ni concierto. No hay hojas ni modelos determinados para informatizar después de forma ordenada la información.
Estas recopilaciones quedan recogidas en la historia clínica del paciente, sin que sea posible un tratamiento automatizado de datos. «No son datos«, indica el máximo ejecutivo de IOMED. «Esto sucede en España 200 millones de veces cada año«, ha destacado. «No existe un modelo común para pasar la historia clínica a un dato explotable», ha considerado. Sin embargo, «no es tampoco el objetivo de las historias clínicas de los pacientes». «El objetivo de la historia clínica es informar de lo que está pasando al paciente», ha explicado.
Su principal objetivo es que los hospitales europeos lideren la investigación y puedan competir de tú a tú con EEUU, China e India. Hasta ahora tiene presencia en numerosas comunidades autónomas y ha dado un paso de gigante en Reino Unido, junto con serias negociaciones para irrumpir en Portugal e Italia.
POTENCIAL GIGANTESCO PARA INVESTIGAR
Tras una década de informatización de historias clínicas, De Oca ha apuntado que esta base de datos tiene un «potencial gigantesco para investigar«. De hecho, es el principal objetivo de IOMED. «Queremos que nuestros hospitales investiguen usando estos datos«, ha destacado. Para cumplir este objetivo, hay que transformar los datos en el propio hospital, sin que salgan nunca de sus dominios.
La ley de Protección de Datos protege especialmente los contenidos de los historiales médicos. De hecho, son los que tienen el mayor nivel de seguridad posible. Para el CEO de la compañía, su principal ventaja competitiva es que estos historiales, informatizados de forma ordenada, se quedan dentro del hospital siempre. «Es una clara ventaja competitiva respecto a otros competidores«, ha apuntado. Nosotros procesamos estos datos mediante una tecnología, pero no los vemos», ha matizado.
Así, un hospital podría tener encima de la mesa qué fármacos tienen una mejor ratio coste/eficiencia y más efectivo con los pacientes de una patología determinada. Con esta información, los centros sanitarios tendrían los datos para conocer no sólo el número de dolencias más repetidas, sino si los tratamientos son más o menos eficientes, así como cuántos de los pacientes tratados con un medicamento concreto superan la enfermedad o por contra tienen efectos secundarios. Sin embargo, estas lecturas no son las principales que busca Oimed.
La empresa se ha centrado en los ensayos clínicos dada la experiencia de Gabriel de Maeztu como ‘picador’ de datos. Y es que, para que un hospital presente su candidatura para una de estas pruebas necesita recopilar datos de los pacientes «a mano«, como le sucedió a Gabriel de Maeztu. De esta forma, para tener un grupo de pacientes con una determinada patología, había que rebuscar en las historias y pasarlas a mano.
DATOS LIMPIOS Y TABULADOS PARA PRESENTARSE A ENSAYOS CLÍNICOS
«Había que poner a alguien a leer historias clínicas» y gastar así grandes cantidades de tiempo y recursos humanos. Todo ello, para recabar información de algunos pocos cientos de pacientes y no todos los que estuvieran registrados en el hospital. Si los datos estuvieran limpios, tabulados y con una herramienta que permite nueve millones de requisitos posibles, como permite Oimed, el hospital podría presentarse al estudio clínico de forma casi inmediata y con todos los pacientes registrados.
«Lo que antes era un trabajo realizado por médicos, ahora se realiza con una perspectiva puramente informática», ha indicado. La base de datos devuelve esta búsqueda en un fichero con cerca de 6.000 candidatos, como ha sucedido en algunos estudios, por hospital.
Iomed cuenta con una red de hospitales sólida en España y Reino Unido, y esperan entrar en Portugal e Italia. Hasta ahora, cuentan con el respaldo a su herramienta en Madrid, Baleares, Cataluña, País Vasco, Cantabria, Canarias y Valencia, donde abrirán pronto. «Es un orgullo poder crecer así, aunque si bien los centros sanitarios no cuentan con una gran cantidad de recursos», ha reseñado. Sin embargo, el coste para el hospital es cero. Su financiación proviene de los estudios clínicos en los que participen los centros. Se presenta así un presupuesto contra la financiación del ensayo, que podría ser público o privada.
COMPASS, LA NUEVA INTERFAZ DE 10,5 MILLONES DE HISTORIAS CLÍNICAS
Iomed lanzó Compass, su interfaz que permite realizar consultas sobre datos reales del mundo clínico, el pasado mes de abril. Compass trabaja sobre Real World Data, ya que son datos de la totalidad del universo de pacientes y no de muestras.
Compass nace con el mayor archivo de historias médicas de España y uno de los mayores de Europa, dado que permite acceder con un solo click a 10,5 millones de historias clínicas de trece centros hospitalarios de diversas comunidades autónomas.
El Procesamiento de Lenguaje Natural (PLN) hace que dicha información sea integrada y compatible a la vez que los investigadores médicos y farmacéuticos acceden a dicha información con la oportuna prevención de protección de datos del paciente. Con Compass se puede saber de manera instantánea cuántos pacientes cumplen con los criterios clínicos y demográficos que se indiquen, siempre con el fin de mejorar la salud de la población. Compass permite reducir plazos de aprobación de procesos de investigación.