El presidente de la patronal de logística UNO, Francisco Aranda, se muestra escéptico ante la esperanza de que 2021 sea un año de recuperación total de la economía. “Entiendo que una recuperación es cuando se vuelve a tener el mismo nivel de empleados que antes del estallido de la crisis, y desde luego en 2021 no se va a producir la recuperación del sector”, asegura.
Lo cierto es que el entorno en el que se mueve el sector de la logística es de incertidumbre, que provienen del ámbito sanitario y normativo, y por ahora “los subsectores dentro de la logística van poco a poco avanzando. Por ejemplo, el B2B o paquetería industrial ha tenido un parón espectacular durante el año pasado”, confirma Aranda.
A pesar del crecimiento del comercio digital con una media del 30% durante el pasado año, según Aranda esto no se ha traducido en mayores beneficios para las empresas. La razón es que “era una transición pensada para hacerse en cinco años, que exige un cambio en los procesos e inversiones en tecnología y ha habido que hacerlo todo en poco tiempo”, comenta el responsable de UNO.
Incluso se muestra pesimista ante este cambio, ya que las empresas han tenido que hacer una inversión que no se ha traducido en resultados en sus cuentas. “No descarto que haya alguna que se quede en el camino” destaca.
Mercado laboral
“Antes de empezar esta crisis el mercado laboral tenía un problema endémico, España siempre duplica la tasa de paro de la Unión Europea y la tasa de temporalidad de la UE” comenta Aranda. Esto se ha visto acentuado debido a la crisis provocada por la pandemia, y a la transformación del modelo económico hacia una economía más digitalizada.
“Seguimos necesitando, ahora más que nunca, reformas en el modelo laboral que avancen hacia una mayor flexibilidad, y que vayan hacia una mayor formación a los trabajadores”, asegura el presidente de la patronal UNO. Pone como ejemplo el teletrabajo, que una vez regulado se ha convertido en algo más rígido y por tanto menos útil para las empresas.
Igualmente, Aranda incide en que “seguimos teniendo unas cotizaciones sociales muy elevadas, son un impuesto al empleo, no tiene sentido que en el país con el desempleo juvenil más elevado hay un impuesto al empleo muy costoso para las empresas”. Apuesta por encontrar unas políticas de empleo eficaces, que consigan que la gente se integre en el mercado de trabajo.
Revolución verde
Para la búsqueda de la sostenibilidad por parte de las empresas es clave la colaboración público privada, destaca Aranda. Pero, a su vez, las empresas que hagan inversiones con la intención de ser más sostenibles “necesitan el apoyo de sus administraciones. Hay que poner en valor y premiar a los que están tomando cada vez más medidas en materia de sostenibilidad” resume.