En las últimas semanas estamos presenciando una serie de eventos que pueden dejar huella en la historia de Europa. El pasado 4 de marzo, las elecciones en Italia proyectaron un resultado inaudito: ninguna de las tres coaliciones ganó.
La primera línea de la política italiana se resume en tres fuerzas. La primera, de centro derecha, la engloban tres partidos como Forza Italia, LEGA y Fratelli di Italia. La segunda, alternativa de centro izquierda, se forma por Partito Democrático principalmente y otros pequeños partidos. En último lugar encontramos, en solitario, el movimiento 5 Stelle (5 Estrellas), con un sesgo populista.
El movimiento 5 Stelle fue el partido más votado, con un 33% de los votos, las otras dos coaliciones no llegaron al 30%. Ha sido la primera vez en la historia en la que ninguna de las coaliciones gana las elecciones.
Para esquivar la situación de desgobierno, se plantearon diferentes alternativas de coalición. La única salida fue la escisión de LEGA (anteriormente llamada LEGA norte) de la coalición de centro derecha atendiendo a una posible negociación con el Movimiento 5 estrellas.
Se trata de una coalición con declarados tintes antieuropeístas y anticasta, así se refieren a los partidos que históricamente han gobernado en Italia. Ante este sesgo, hemos presenciado un claro incremento de volatilidad en aquellos activos financieros vinculados a Italia. Las pasadas virulencias electorales en plazas como Grecia o Francia hacen que el mercado no tolere muy bien esta incertidumbre, trasladándola principalmente a sus diferenciales de riesgo. Los bonos italianos y sus bolsas sufrieron un serio correctivo a lo largo de la pasada semana, coincidiendo con el ascenso de la coalición Movimiento 5 Estrellas-LEGA.
La propuesta de la coalición se centra principalmente en una importante reforma fiscal que pondría en jaque el actual déficit fiscal italiano, y por consiguiente la viabilidad de la amortización de su deuda con Europa.
Como suele suceder en este tipo de escenarios, la volatilidad va de más a menos a medida que se va concretando el horizonte de los acontecimientos.
Las aguas parece que vuelven a su cauce en el momento que hemos conocido al futuro Primer Ministro en Italia (“in pectore”). El profesor y abogado Giuseppe Conte ha sido el propuesto por la coalición y, gracias a su aparente perfil más moderado, los mercados han comprado su elección.
Sus primeras palabras fueron “Italia sigue con su puesto dentro de Europa” y las primas de riesgo vuelven a su cauce. A primeros de junio presenciaremos el nacimiento de la Tercera República italiana.
Francisco Sánchez-Matamoros, analista de XTB