jueves, 12 diciembre 2024

Rafa Nadal sufre la crisis del covid: los 2 M€ que le separan de los JJOO

El Covid-19 ha provocado una crisis sanitaria que en España se ha saldado con casi 80.000 fallecidos (cifras oficiales), pero también ha propiciado graves consecuencias económicas que empiezan a percibirse. Nadie, de uno u otro modo, ha escapado de esta pandemia. La hostelería y el espectáculo son dos de los sectores más damnificados, pero el deporte ha sufrido su parte. La prohibición de acceder a los estadios ha mermado las cuentas de muchos clubes, mientras deportistas individuales se quedaban sin la oportunidad de competir: Rafael Nadal, sin ir más lejos, ganó ocho millones de euros menos el pasado año.

El balear apenas pudo disputar siete torneos en 2020 por el parón que provocó el Covid-19. Un calendario reducido al que se sumó la menor dotación económica de los torneos debido a la complicada situación. Eso llevó a Rafa Nadal a embolsarse 3,8 millones de euros el pasado año, de los cuales la mitad le llegaron por su triunfo en Roland Garros. En 2019, el último curso ‘normal’, se metió al bolsillo casi cuatro veces más, un total de 12,8 millones de euros. Por fortuna sí ha podido contar con el apoyo de los patrocinadores. Aunque no le faltará nada que llevarse a la boca, los grandes rostros del deporte mundial también sufren la crisis económica del covid-19 a su manera.

En este 2021 el tenis vislumbra de nuevo la luz. Los torneos empiezan a celebrarse con cierto aforo, como el Mutua Madrid Open, que recientemente llenó a casi la mitad la pista Manolo Santana. Sin embargo, el parón de tantos meses aún pesa a muchos tenistas, que han sufrido contratiempos musculares. Nadal, como muchos otros, se ha visto forzado a reducir su calendario y escoger minuciosamente dónde quiere jugar. Los resultados hasta su título en Roma no han acompañado y, a mediados de mayo, apenas sumaba unos ingresos en pista de 700.000 euros, que ahora se han elevado hasta rozar casi el millón tras disputar cinco torneos.

NADAL, ENTRE WIMBLEDON Y LOS JUEGOS OLÍMPICOS

Por mucho que los negocios le vayan viento en popa al español, uno siempre quiere más. Y el gran problema de Rafa Nadal este año es qué hacer con los Juegos Olímpicos que se celebran en Tokio. En una circunstancia normal, ni se lo pensaría, pero en este extraño 2021 tiene sus dudas y no decidirá hasta última hora, tal y como él mismo ha reconocido públicamente.

El principal problema es la fecha: la cita internacional se celebrará entre el 23 de julio y el 8 de agosto, apenas dos semanas después de la conclusión de Wimbledon. Una transición muy rápida para lo que supone pasar de la hierba, la superficie que más le cuesta y destroza su rodilla, y el cemento. Eso, y un viaje largo. Demasiada carga. Lo lógico sería primar los Juegos Olímpicos por su importancia, por aquello de que ya se perdió los de 2012, y porque salvo milagro no estará en la próxima cita.

Sin embargo, hay un par de razones que le invitan a participar en Wimbledon. Una, la lógica, es la de engordar un palmarés en su batalla directa con Novak Djokovic y Roger Federer en la pugna por ser el tenista de la historia con más Grand Slam. El otro motivo es el dinero. La retribución de los Juegos Olímpicos es de 100.000 euros en caso de lograr una medalla de oro, mientras que en Londres podría embolsarse una cantidad cercana a los dos millones de euros si obtiene el título.

Wimbledon, que el año pasado repartió el ‘prize money’ a todos los tenistas a pesar de no celebrarse el torneo, ha garantizado que este curso sí se disputará el evento. En 2019 el premio para el ganador ascendió hasta los 2,7 millones de euros. En Roland Garros redujeron un 10% el total del dinero a destinar a jugadores en 2020 y 2021 respecto a 2019, por lo que la organización británica, de seguir una línea similar, le proporcionaría al campeón una cifra que rondaría los dos millones de euros.

Una razón más que suficiente para que Rafa Nadal, que nunca había ganado tan poco dinero hasta la fecha (salvo circunstancias excepcionales), elija a Wimbledon por delante de los Juegos Olímpicos. La otra opción es aspirar a todo, aunque pondría en riesgo el final de temporada, donde normalmente acostumbra a sufrir molestias. La decisión, seguro, la postergará hasta el último momento.


- Publicidad -