El consistorio de Manuela Carmena sigue promoviendo las contradicciones en su gestión de gobierno. Se afanan en soplar y sorber a la vez, y eso casi siempre lleva a la incongruencia. El último caso tiene que ver con el uso de vehículo eléctrico y su promoción. En los carteles: todo verde, limpio y eléctrico; en la calzada: montones de autobuses de combustión a mediollenar para enseñar la ciudad.
Con la maquinaría publicitaria del Ayuntamiento de Madrid, las calles han amanecido con los anuncios de la ‘III Semana EMT hace Madrid’. El objetivo es promover el uso de vehículos eléctricos con el fin, se entiende, de que haya menos contaminación.
Diferentes actividades en museos, concurso fotográfico… todo con stickers y cromos coleccionables de autobuses que se ríen y puntos de recarga felices. Aunque la realidad, al menos para el ayuntamiento, es paralela al uso de transporte contaminante. Pero tiene el beneplácito de todos porque supone ingresos para la ciudad.
Y es que la capital cuenta desde el año 2011 con un servicio de bus turístico bajo el nombre de Madrid City Tour. Todo llegó tras la adjudicación por parte del Ayuntamiento de Madrid a la UTE formada por Grupo Julià y Alsa del concurso para la renovación de este servicio. Serán 10 años de prestación.
AUTOBUSES CON MUCHO HUMO
La propuesta entonces presentada por Alsa y Grupo Julià fue la mejor valorada por los servicios técnicos del Ayuntamiento de Madrid, tanto a nivel técnico como a nivel económico y mejoraba cualitativamente el servicio con el que contaba la ciudad hasta este momento. El servicio, que suma más de una veintena de autobuses, no tenía en cuenta en ese momento el impacto ambiental, puesto que su flota utiliza vehículos de combustión tradicional.
Y ahora es cuando chirría que estos mazacotes rojos paseen por Madrid con los asientos a medio ocupar. Grandes cantidades de CO2 emitidas para enseñar Cibeles y la Puerta de Alcalá. Lógicamente el coste de reacondicionar la flota sería bastante grande y, además, puede que eso no esté contemplado en el contrato de licitación.
Por otra parte, el problema que sigue habiendo con los vehículos eléctricos son los puntos de recarga. Estos autobuses tendrían que tener unos ciclos constantes de recarga, por lo que se necesitaría puntos concretos. Algo que por ahora no se plantea. Fuentes cercanas al Ayuntamiento de Madrid aseguran que es algo que no se ha valorado.
CARMENA VENDE LO VERDE
En paralelo con esta situación, la alcaldesa asistirá este viernes a la apertura de la jornada de clausura de la Semana Verde Europea (European Green Week) en Medialab Prado. Junto a ella, el comisario europeo de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella; la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, y la delegada de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Inés Sabanés. Posteriormente, la alcaldesa y la delegada de Medio Ambiente mantendrán un encuentro bilateral con el comisario europeo.
La Semana Verde Europea es una conferencia anual sobre políticas de medio ambiente donde coinciden ciudadanía, representantes de gobiernos, industrias, organizaciones no gubernamentales, mundo académico y medios de comunicación para un intercambio de ideas y buenas prácticas. A ver si una de esas ideas pasa por contaminar menos cuando se enseña Madrid a los turistas.