En apenas dos semanas se conocerá el nuevo plan estratégico de Repsol. Por ahora se sabe que el crecimiento orgánico será la piedra angular. Además, todo ello llega acompañado de un fuerte incremento en bolsa desde hace tiempo.
La transición energética se ha metido de lleno en todas las compañías del sector. Tanto eléctricas como petroleras cogen posiciones, y en el caso de Repsol el tiempo apremia. Por eso, la compañía presidida por Antonio Brufau tiene previsto para el próximo 7 de junio presentar su nuevo plan estratégico para los próximos ejercicios. Y lo bueno es que se hará en un clima de confianza bastante importante.
Cuando el pasado mes de febrero el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, anunciaba la presentación de este plan, no imaginaba que a estas alturas la petrolera sería noticia por su comportamiento en bolsa. Como se puede observar, el precio de la acción solo conoce la senda positiva.
El motivo es claro: el alza en los precios del crudo. Esto, lógicamente, ha hecho que la compañía repunte de manera significativa. No obstante, en Repsol también son claros a este respecto. Desde la alta dirección de la empresa no ven con buenos ojos que todo esto se produzca por las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos e Irán, pues, según Imaz, “no es bueno ni sano”.
El consejero delegado sostuvo en la última junta de Repsol que para ellos “no es positivo ni le gusta que los precios se vean influidos por situaciones geopolíticas, sino que prefiere que tengan su evolución natural en el mercado”.
REPSOL LO TIENE CLARO
Ahora habrá que ver cómo maneja Repsol los tiempos y el dinero tras la venta de su parte en Gas Natural. La petrolera, según señalan fuentes de la compañía, buscará oportunidades en negocios de gas y electricidad, pero con alta rentabilidad, aunque todavía no se ha fijado una partida concreta para abordar adquisiciones ni hay ninguna operación definida.
No obstante, las inversiones que se puedan llevar a cabo no serán en sectores regulados, ya que ese no es el negocio propio de la compañía. Por otra parte, el propio Imaz ha señalado públicamente que «no tiene prisa» para afrontar compras y que está cómodo «con el dinero en la caja».
Además, desde la compañía aseguran que cualquier operación que se pueda abordar estará marcada por la prudencia y flexibilidad financiera, con el objetivo de conseguir rentabilidades superiores a las que la compañía tenía con su participación en Gas Natural Fenosa.