El marcado carácter concesional que está imprimiendo Manuel Manrique a Sacyr está marcando la evolución de la compañía. Así, aumento un 17% su Ebitda en el primer trimestre de 2021, para llegar a los 194 millones de euros. Además, la cifra de negocios aumentó un 7%, hasta los 1.057 millones de euros. Los activos concesionales, que cuentan con un riesgo de demanda limitado, aportaron el 81% del Ebitda, cuatro puntos porcentuales más que en el mismo trimestre de 2020.
Sacyr tuvo un beneficio neto de 26 millones de euros durante el primer trimestre de este año. Se trata de un descenso del 20,6% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. La razón hay que buscarla en los resultados extraordinarios por la venta de la autopista de Guadalmedina durante el pasado año.
En el primer trimestre de 2021, Sacyr consiguió que su rentabilidad (margen sobre Ebitda) subiese hasta el 18,3%. Se trata de un 16,8% superior a la alcanzada en el primer trimestre de 2020. Y el flujo de caja operativo creció un 31%, hasta los 117 millones de euros.
La división de concesiones obtuvo una cifra de negocios de 289 millones de euros, un 6% superior, y un Ebitda de 104 millones de euros, un 24% más. Esto se debió, entre otras actuaciones, a la entrada en explotación de varios tramos de vías en cartera y proyectos como el Hospital de Tláhuac en México.
Por su parte, la división de ingeniería e infraestructuras concentró 628 millones de euros en ingresos, un 12% más, y un Ebitda de 75 millones, un 15% más, tras seguir adjudicándose nuevos proyectos en los concursos a los que ha concurrido.
La cartera de infraestructuras ascendía a 5.957 millones de euros a cierre del pasado mes de marzo, un 6% más que en diciembre de 2020. Cabe destacar los primeros proyectos adjudicados en Canadá que garantizando 28 meses de actividad.
Respecto a la actividad de servicios, su cifra de negocios se contrajo un 5%, hasta los 243 millones de euros, y su Ebitda un 6%, hasta los 20,6 millones de euros. En su caso, se vio afectada ligeramente por el desempeño del área de multiservicios debido a la afección de la crisis sanitaria.
La cartera de ingresos futuros de la compañía cerró el primer trimestre en 40.189 millones de euros, un 3% más que a cierre de 2020, gracias principalmente a la incorporación de nuevos proyectos de construcción y concesionales.
REDUCIR DEUDA
La deuda neta de la compañía aumentó en este periodo hasta los 5.606 millones de euros por el pago de la devolución de los anticipos decretados en el laudo de 2020 sobre el contrato de Panamá. La reducción de la deuda es una de las prioridades de Sacyr de cara a los próximos años.
En este sentido, prevé rebajar a final de año la deuda neta con recurso en cerca de 300 millones de euros, un tercio de la cifra registrada a cierre de marzo. Lo hará a través de diferentes fórmulas, como una operación de financiación verde.
El objetivo de esta operación es asociar la deuda de proyectos de servicios medioambientales a los propios ingresos que genera la actividad. Además, destinará a este fin los flujos sobrantes de los dividendos recibidos de las concesiones, una vez cubiertas las inversiones previstas en el plan de crecimiento, y los flujos positivos que se obtengan de la gestión activa de la participación en Repsol.
Respecto a este último asunto, Sacyr mantiene una posición accionarial del 8% en la petrolera, que defiende tener completamente cubierta mediante estructuras de derivados. No obstante, siguiendo un criterio de prudencia, la compañía ha ajustado el valor en libros de Repsol hasta 10,91 euros por acción.
Dentro de su estrategia financiera, recientemente Sacyr emitió el primer bono social de América Latina por valor de 209 millones de dólares para refinanciar la vía Montes de María (Colombia), con un instrumento ligado a objetivos de sostenibilidad, que es una de las líneas de acción de su plan estratégico hasta 2025.