Al calor del boom inmobiliario y del desarrollo del turismo, Jesús Ger construyó uno de los mayores complejos turístico de España en Oropesa del Mar: Marina d’Or. Su fama llevó al negocio a ser un lugar ideal para disfrutar de las vacaciones familiares, sin embargo, las deudas y los problemas económicos –con caída del 19,5% de ventas en 2017– la han abocado a buscar inversores e incluso a valorar la posibilidad de colgar el cartel de ‘se vende’.
Tras la leve recuperación de sus ventas durante 2016, el complejo turístico registró una caída del 19,5% de la cifra de negocios a cierre de 2017, hasta los 35,9 millones de euros, cuando un año antes obtuvo 44,6 millones de euros, según datos del registro mercantil recogidos por Insight View. Desde 2011, la facturación de la compañía no había dejado de crecer y con estos resultados no cumplen las previsiones de 51 millones de ventas que esperaban.
Además, sigue manteniendo su deuda, que con las entidades de crédito a 31 de agosto de 2017 ascienden a 98,4 millones de euros (casi 400.000 euros más que en el mismo periodo de 2016). A esta se suma la deuda a corto plazo que alcanza los 20,3 millones de euros y una deuda aplazada con la Seguridad Social de 749.000 euros.
Por otro lado, en algunos apartados el gasto se incrementó con respecto a años anteriores, como en el de la publicidad y propaganda. En 2017, Marina d’Or gastó 3,5 millones de euros para promocionar sus hoteles bajo el famoso lema ‘Ciudad de vacaciones’.
PRECIO DE VENTA: 1.600 MILLONES DE EUROS
A pesar de la crisis económica, Ger ha seguido modelando el crecimiento de la parte hotelera y turística de Marina d’Or a través de la matriz Gestión Cartera Castellón que el mismo dirige. De hecho, también puso en marcha el proyecto Marina d’Or Golf. Este sigue en pie, aunque fue bloqueado por el Tribunal Supremo.
A golpe de ladrillazo, el complejo ocupa una superficie aproximada de 1,4 millones de metros cuadrados donde se distribuyen siete hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas, apartamentos turísticos en alquiler, 80 locales comerciales, ocho parques de ocio, un centro médico y un balneario de agua marina.
Todo ello fue tasado en 1.600 millones de euros. Pero Ger pretende vender por 250 millones de euros, según un dossier al que hacen referencia varios medios de comunicación y que ha sido movido en círculos de inversores inmobiliarios e intermediarios. Se trata de un precio demasiado bajo y revelaría las prisas del presidente por quitarse de en medio la parte turística y centrarse en otros negocios.
Hace años el Grupo Wanda, que da nombre al estadio del Atlético de Madrid, se interesó por Marina d’Or. El propietario pidió 1.200 millones de euros por la venta del 75% de las acciones del resort familiar. Finalmente el inversor chino no lo vio claro y rechazó entrar en el complejo de Castellón.
APUESTA POR EL SECTOR INMOBILIARIO
La urgencia por conseguir liquidez y vender el complejo turístico tienen como telón de fondo enfocar el negocio a la parte inmobiliaria en otros países, como China. Y más ahora que la firma inmobiliaria de Marina d’Or, Comercializadora Mediterránea de Viviendas SA (Comervi), ha alcanzado un acuerdo con los acreedores para salir del concurso que se inició en 2014.
Un año después, Hacienda aprobó embargar cautelarmente bienes a varias sociedades del fundador y dueño del complejo castellonense por 49 millones de euros. La medida se basó en que la Agencia Tributaria considera que el grupo castellonense realizó en 2010 una operación de “vaciamiento patrimonial” de su mayor sociedad para frenar el posible cobro de la deuda que mantenía, al escindir su actividad en varias empresas. Esta deuda correspondía Comervi.
Con un problema menos, el entramado societario de Ger está enfocado hacia el negocio inmobiliario. Además de Comervi, el fundador del complejo es administrador único de otras empresas relacionadas con la promoción inmobiliaria y las construcción –incluso en otros países–. Entre ellas, destaca Marina d’Or Egypt, Societe de Comercializacion de Logements de la Mediterranée, Promociones Pai Golf y Constructions Tingis atlas Maroc.
Por otro lado, a través de Gestión Cartera Castellón controla Hoteles Marina d’Or –de la que depende Transportes Marina d’Or–, D’Or Holding División Internacional –de promoción inmobiliaria–, Golf Playas de Castellón y Marina d’Or Energías. Esta división se realizó en 2010 para evitar que la crisis inmobiliaria arrastrase a sus hoteles y al negocio turístico del complejo.
Y ahora, en 2017, con la recuperación del sector inmobiliario Ger podría ver más opciones en este que en el turístico tras la caída en ventas de su cejo hotelero.