miércoles, 27 noviembre 2024

Madrid y Barcelona, en el top-10 mundial de la inversión inmobiliaria de lujo

El sector inmobiliario está recuperando fuelle tras los efectos de la pandemia del covid-19. Sin embargo, el segmento de lujo no ha registrado caídas ni cambios de tendencias. Así, el grupo inmobiliario internacional de lujo Barnes ha demostrado que Madrid y Barcelona atraen cada vez más el interés de los compradores de alto standing.

La inmobiliaria ha presentado este jueves la nueva edición del ‘Barnes Global Property Handbook 2021’, en el que analiza en profundidad el segmento de lujo mundial y las perspectivas y tendencias de sus principales mercados para los próximos años. En este sentido, Madrid y Barcelona siguen ganando importancia en el panorama inmobiliario internacional para la compra de residencias de lujo y ocupan el sexto y séptimo lugar, respectivamente, en el top-10 de ciudades más interesantes para la inversión inmobiliaria en este 2021.

Ambas ciudades españolas se sitúan por detrás de París, Londres, Génova, Nueva York y Quebec, las dos principales ciudades españolas serán los destinos de referencia para los compradores e inversores en bien raíces de lujo durante este año.

El estudio anual también incluye el top-50 de las ciudades preferidas por las grandes fortunas en el pasado año, que estuvo liderado por Zúrich, Copenhague, Tokio, Miami y Estocolmo, con Madrid ocupando el decimosexto lugar. La lista se ha elaborado a partir de elementos tanto financieros como emocionales en función de indicadores clave para la inversión en cada una de las ciudades como son el contexto económico, político y cultural, la accesibilidad y el transporte, la oferta y calidad de la educación, el sistema y carga fiscal, la seguridad o el nivel de bienestar, entre otros.

Durante su intervención, Thibault de Saint-Vincent, presidente del grupo Barnes, ha puesto en valor el papel de España en el contexto económico europeo: “España es muy potente desde el punto de vista inmobiliario, pues constantemente está atrayendo tanto a grandes fortunas que buscan residir en un país con una alta calidad de vida, como a inversores que aprovechan los precios competitivos y la excelencia de su parque residencial para comprar activos y luego venderlos o alquilarlos. El real estate de alta gama se ha consolidado este último año como un segmento muy estable y en el que los grandes patrimonios han encontrado un valor refugio para sus finanzas”.

Eduardo Crisenti, socio director de Barnes Madrid, ha indicado que “la progresiva apertura de fronteras como consecuencia de la vuelta a la normalidad apunta a un cambio de perfil del comprador en la capital”. “Mientras que durante la pandemia la demanda nacional fue protagonista absoluta, acaparando el 80% de las operaciones de compraventa y con un presupuesto más ajustado, el peso del comprador internacional será mayor de cara al segundo semestre del año. Madrid ha tenido tradicionalmente mucha demanda de estadounidenses y asiáticos, pero especialmente durante los últimos años, de latinoamericanos provenientes de México, Venezuela y Colombia. El escenario que se presenta una vez finalice la cuarta ola es favorable a la vuelta de este capital extranjero, ya que la ciudad es muy atractiva tanto para vivir como para invertir”, ha apuntado el experto.
 
Por su parte, Emmanuel Virgoulay, socio de Barnes Barcelona, ha querido subrayar que “por debajo del millón de euros la demanda sigue siendo local en Barcelona; hasta un máximo de 2 millones de euros se divide entre compradores españoles y extranjeros, especialmente franceses y británicos; y por encima de los 2,5 millones de euros la clientela es 100% extranjera, tanto para la compra de residencias principales y secundarias como para inversiones en alquiler”.

Y añade que “a raíz de esta crisis los compradores se han dado cuenta de la importancia de contar con espacio suficiente y estar en contacto con la naturaleza, a menudo signos de una mejor calidad de vida, por lo que la parte alta de la ciudad sigue siendo popular por sus apartamentos de 150 a 500 m2 y sus casas adosadas y villas con vistas a toda Barcelona”.


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