El palacete levantado en el número 18 de la calle Villanueva despierta la curiosidad de los viandantes por sus ventanas y puertas tapiadas. Forma parte de los tres ‘hotelitos’ que levantó el arquitecto Cristóbal Lecumberri en esta calle entre 1865 y 1870, pero solo ha quedado en pie el del número 18, ya que en los números 16 y 20 se han levantado bloques de viviendas. Su actual propietario, un importante inversor mexicano pretendía convertirlo en apartamentos turísticos de lujo, pero no ha logrado las licencias.
La calle Villanueva, situada entre las calles Serrano y Claudio Coello, en plena ‘Milla de Oro’, conserva su estilo señorial y el palacete promovido por el Marqués de Salamanca le aporta un toque distintivo. Se conoce como el Palacete de la calle Villanueva, y fue la residencia familiar de los Marqueses de Bolaños.
Esta Casa-Palacio se erige como el único superviviente de una colección de 22 ‘hotelitos’ que realizó el Marqués de Salamanca en la capital. En 2014 fue adquirido por un rico inversor mexicano, que pagó unos 10 millones de euros por este inmueble. Acometió una rehabilitación integral en el edificio para evitar daños estructurales, y poco después lo puso a la venta off-market.
Fuentes cercanas al inversor mexicano explican a MERCA2 que, el plan del nuevo propietario para este palacete era levantar un proyecto de apartamentos turísticos de lujo, pero que no logró las licencias pertinentes.
Por su parte, según han informado desde Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid a este medio, el palacete de la calle Villanueva cuenta con un uso residencial establecido por un Plan Especial que se aprobó definitivamente en 2015, pero no existe ningún otro uso.
En este sentido, no es el único proyecto fallido en este activo. En 2011 fue declarado Inmueble Protegido, y en 2014 fue restaurado de la mano del arquitecto Carlos Riaño, quién ideó un proyecto de galería comercial, pero nunca vio la luz.
De hecho, varias fuentes del sector aseguran que este inmueble estuvo a la venta off-market durante varios años, y no descartan que siga a la venta, aunque se desconoce si actualmente comercializa esta venta una empresa española.
Ha recibido varias ofertas, pero el problema es que el precio de venta “está fuera de mercado”, ya que el propietario pide 20 millones de euros, el doble de lo que invirtió a finales de 2014 cuando lo adquirió.
Es cierto que en 2016 esta Casa-Palacio fue sometida a la rehabilitación de la fachada, forjados y cubierta de la mano del estudio Ideo Arquitectura, pero la rehabilitación y el acondicionamiento interior no se llegó a realizar ya que propietario decidió sacar el activo a la venta.
Este es uno de los principales motivos por el que los expertos del Real Estate coinciden en que su precio de venta es excesivo. Así, afirman que en el Barrio de Salamanca existe una oferta de inmuebles muy amplios con precios más bajos y que ofrecen una mayor privacidad.
Sin embargo, es cierto que actualmente sería el único palacete a la venta en esta zona, lo que podría suponer un valor añadido, pero no lo suficiente como para justificar un valor de 20 millones por un interior sin reformar.
‘HOTELITO’ EN VILLANUEVA
El Palacete de la calle Villanueva consta de un edificio de 1.105 metros cuadrados, distribuidos en cinco plantas: sótano, planta baja, planta principal, segunda planta y sotabanco abuhardillado (la zona más alta).
Según el dossier del inmueble, consta de planta rectangular, con acceso principal con una escalinata y pórtico, una amplia terraza cerrada con balaustrada de piedra, y columnas de orden dórico.
En concreto, en el sótano se encuentra la cocina, la despensa y otras dependencias, mientras que la plata baja está destinada para la vida social, con un salón y comedor y gabinete. En la primera y segunda planta se encuentran los dormitorios, y en la última planta están las dependencias del servicio doméstico.
Habrá que esperar a próximos movimientos de este inversor extranjero para saber si se decantará por tramitar de nuevo la solicitud de licencias para levantar este proyecto de apartamentos turísticos o, de lo contrario, decide rebajar el precio de venta para lograr un nuevo comprador.