Mediaset y Atresmedia, atrapadas en un país lleno de fibra óptica y OTTs

«En España hay más fibra desplegada que en Reino Unido, Italia, Alemania y Francia juntas». El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha hecho de esta frase un símbolo. Y ahora también podrá montar -junto a los grandes operadores- un gran negocio audiovisual sobre esta infraestructura. Algo que empieza a preocupar en el seno de Mediaset y Atresmedia, por la lenta desaparición de la TDT y el auge de las plataformas.

Dicha preocupación, por el momento, es soterrada. El duopolio televisivo asume que la televisión de pago, a través de los operadores de telefonía, será la forma masiva de consumir la TV, pero todavía no. Ellos seguirán estando presentes en los hogares de los españoles, pero el impacto será distinto. Su terreno de juego -casi con poder absoluto- en estos momentos, la TDT, se verá desplazado por la IPTV (internet); y el segundo golpe, el contenido, se lo darán las plataformas de video bajo demanda gracias a la capilaridad de la red en España; y a los acuerdos con las compañías de teléfono.

Se trata de una revolución encubierta. En estos momentos, los españoles todavía tienen un importante consumo de televisión lineal a través de la TDT. De hecho, según los datos del último informe ‘Satellite Monitor’ elaborado por SES Astra, la opción mayoritaria de consumo es la televisión terrestre (44%) por un 30% de la IPTV.

La evolución en los últimos años deja una línea descendente de la TDT, y un uso continuado de la televisión de pago a través de los operadores. Todo ello, lógicamente, en un país donde la cobertura de fibra espera llegar casi al 100% en los próximos meses. Eso permitirá que la IPTV tenga todavía más desarrollo y, no solo eso, sino que tendrá la capacidad de mejorar la calidad de emisión.

Ante este escenario, los dos grandes actores del sector, Mediaset y Atresmedia, deberán reorganizar parte de su estrategia. Pese a su presencia en la IPTV, puesto que se seguirán viendo sus canales, el hecho de que estén integrados junto a una variedad mucho mayor de canales y, sobre todo, plataformas de videos bajo demanda, les dejará en una posición de menor dominio. Los datos que proporciona la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en cuanto a ingresos publicitarios, así lo demuestra. Y no son los únicos.

Un último ejemplo que ha trascendido ha sido el acuerdo entre Dazn y Movistar. Esto supone, para los usuarios del operador azul, que tendrán una amplia variedad de deporte en su parrilla. Más Netflix, canales temáticos, otras plataformas externas… y todo ello luchando por el mismo espacio donde estarán Mediaset y Atresmedia. Mucha presión.

MEDIASET, ATRESMEDIA Y LOS DATOS

Si en 2016 la TDT era la forma habitual de ver la TV en el 60% de los hogares españoles, la cifra al cierre de 2020 es del 44% (7,5 millones de hogares), según datos de SES Astra. Crecen en estos cuatro años la IPTV lineal; del 21% al 30% (5,2 millones de hogares con TV); el satélite que se eleva hasta casi el 17%; y en menor medida el cable, del 8% en 2016 a un 8% en 2020 (1,5 millones de hogares). 10,4 millones de hogares cuentan con algún servicio de televisión OTT como complemento de la TV tradicional.

El estudio refleja que en algunos países de nuestro entorno la evolución de la tecnología audiovisual es similar. A día de hoy, en Francia, el 52% de los hogares optan por la IPTV lineal (crece cerca de 7 puntos respecto a 2016). Completan el mercado el satélite (21% de hogares, dos puntos más que en 2016), la TDT (17%, diez puntos menos que hace cuatro años) y el cable (8% de los hogares, un punto más respecto al periodo mencionado).

Para el director general de SES Satélites Ibérica, Luis Sahún, los datos del ‘Satellite Monitor’ explican que, de manera progresiva, los espectadores ya no consideran la TDT como la forma exclusiva de ver la televisión. La tecnología terrestre está sometida a constantes reantenizaciones y cuenta con escaso o nulo margen para crecer en un espectro radioeléctrico que prioriza los servicios de datos, con la entrada del 5G a la cabeza.

La televisión de pago en España sigue creciendo, aunque la televisión en abierto es la opción mayoritaria. 7,2 millones de hogares disponen de alguna opción de TV de pago (6,1 millones en 2016) y la TV en abierto es la única opción en 9,8 millones de hogares (12 millones en 2016).

LA CALIDAD INFLUYE

Por lo que respecta a la calidad de la emisión, la HD continúa su senda de crecimiento en España y es recibida en el 96% (65% en 2016) de los hogares con TV (15,8 millones de hogares), de los que 2,8 millones son hogares con TV vía satélite. Por su parte, la Ultra Alta Definición (UHD) está presente en al menos un 32 % de los hogares españoles con televisión.

Avalan estos datos las ventas de pantallas: existen 11,8 millones de televisores HD en los hogares españoles; 5,6 millones son pantallas Ultra HD y 9,8 millones de pantallas son Smart-TV.

“Aunque es evidente que el vídeo bajo demanda impulsado por las plataformas OTT ha venido para quedarse, también es cierto que la televisión lineal sigue en buena forma. Existen ciertos contenidos (informativos, deporte o de entretenimiento) que los espectadores preferimos disfrutar en directo y sin interrupciones debidas a la indisponibilidad de la red. Es aquí donde los sistemas de difusión han de jugar un papel relevante, maximizando la calidad técnica de las emisiones en HD o Ultra HD”, detalla Luis Sahún.