Axa España registró un beneficio neto de 152 millones de euros en 2020, un 5,6% menos que el año anterior, debido al impacto que ha tenido la crisis provocada por la pandemia y por la implementación de las nuevas tablas de longevidad.
Los ingresos totales fueron de 2.566 millones de euros, lo que supone un 4,5% menos que en 2019, cuando se registraron 2.686 millones.
Por líneas de negocio, el ramo de no vida registró unos ingresos de los 1.683 millones de euros, un 2,1% menos, en tanto que los de vida y ahorro experimentaron una caída del 13%, hasta los 650 millones. Salud fue la única línea que tuvo un aumento de ingresos, hasta los 234 millones de euros, al subir el 7,8%.
El ejercicio, que estuvo marcado por los eventos climáticos y la pandemia, elevó la factura de la aseguradora hasta los 1.000 millones de euros, al registrarse más de 2,9 millones de siniestros. La aseguradora abonó a sus clientes más de 2,7 millones de euros diariamente por estas razones.
Los siniestros del hogar crecieron un 11%, hasta los 290.000. En los meses de confinamiento, las peritaciones se hicieron mediante vídeo, con más de 3.000 durante ese periodo.
«Mantener la fortaleza de nuestro negocio para garantizar el mejor servicio y productos a los clientes y distribuidores ha sido una prioridad para Axa España en 2020, sin duda, un ejercicio marcado por la pandemia de la Covid-19», ha afirmado Olga Sánchez, consejera delegada de Axa España, en un comunicado.