El pasado lunes, en el marco del seminario ‘Competitividad, productividad y digitalización organizado‘ por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Consejo Iberoamericano para la Productividad y la Competitividad (CIPC), la Fundación Cotec para la Innovación presentaba el pasado lunes en Santiago de Chile un informe sobre la situación y evolución de la digitalización en Iberoamérica. El acto contó con la presencia de Enrique Iglesias, quien fuera hasta hace dos años secretario general de la SEGIB y que desde el año pasado funge como presidente del CIPC.
El estudio de Cotec, titulado ‘Iniciativas empresariales y políticas públicas para acelerar el desarrollo de un ecosistema digital iberoamericano‘ (aquí en PDF), ha sido coordinado por Raúl Katz, integrante de la plataforma de expertos Los 100 de Cotec. El encargo de la fundación tenía por objeto «diagnosticar las carencias del ecosistema digital en el espacio iberoamericano y sugerir iniciativas empresariales y políticas públicas para acelerar su desarrollo».
Autoridades y expertos debaten en #CEPAL sobre competitividad, productividad y digitalización: https://t.co/ZdpxEinBCs #innovalac pic.twitter.com/0jr1GlGAEX
— CEPAL (@cepal_onu) December 12, 2016
El ecosistema digital iberoamericano
Ecosistema digital» es un concepto que permite analizar el conjunto de fenómenos industriales, de comportamiento de consumo y de impacto socio-económico asociados con el despliegue y adopción masiva de las TIC, y más específicamente de Internet. Dicho ecosistema se estructura en base a 3 ejes: el consumo individual de productos/servicios digitales, la digitalización de procesos productivos y la oferta de bienes digitales.
Según los datos presentados por Cotec, «el ecosistema digital de Iberoamérica genera un total de US$ 270.257 millones, de los cuales 71,8 % ($194.083) está siendo generados por la industria de las telecomunicaciones. […] El peso económico del ecosistema digital en Iberoamérica (en términos de las ventas brutas como porcentaje del PIB) es 2,79% en la Península Ibérica y 4,27% en América Latina».
Convergencias y divergencias entre la Península y América Latina
La principal conclusión del informe es que, pese a la progresiva convergencia en los patrones de consumo digital entre Latinoamérica y la Península Ibérica, aún persiste «una divergencia en los factores de producción, destacando el capital humano y la inversión como las principales debilidades del ecosistema digital latinoamericano frente al europeo.
En el campo del consumo digital, el documento afirma que en lo relativo «a los precios de acceso a tecnologías digitales (en relación al PIB per cápita) y al patrón de consumo, España y Portugal no se diferencian sustancialmente de Chile, Panamá, Uruguay, Argentina, y Colombia», apareciendo las diferencias en otras áreas, «especialmente capacidad e infraestructura (…) , a pesar de la inversión en infraestructura de redes considerable hecha en los últimos años, los países avanzados de América Latina deben todavía acelerar su nivel de inversión en infraestructura para acomodar la utilización creciente de tecnologías digitales».
Significativamente, pese a la relativa uniformidad España-Portugal en digitalización del consumo, el índice correspondiente a la digitalización industrial presenta diferencias significativas entre ambas naciones ibéricas, mostrando nuestros vecinos lusos «un atraso relativo a España en lo que se refiere a la digitalización de procesos productivos, sobre todo en manufactura, comercio, turismo, y transporte». El informe achaca parte de esta diferencia a unas diferencias salariales que generan menores incentivos entre las empresas portuguesas a la hora de encarar un sustitución de trabajo por capital.
Aleix Pons, director de Economía y Finanzas de Cotec y moderador de una mesa redonda durante el evento, señaló que si bien la adopción de tecnologías digitales en las empresas latinoamericanas es alta, «la digitalización no podrá desplegar todo su potencial en la economía si no va acompañada de una mayor inversión en acumulación de capital intangible.
Imagen | Caminante JP